Las galletas de plátano y avena son ese tipo de receta que parece demasiado buena para ser cierta; se hacen en un cuarto de hora, no llevan azúcar añadida y, aun así, están deliciosas. Ideales para cuando aprieta el antojo a media tarde o para tener algo casero en casa sin pasar horas en la cocina. Esta versión es perfecta para quienes buscan una alternativa más saludable al típico capricho dulce, pero sin sacrificar sabor ni textura. Además, no necesitan harina, mantequilla ni ingredientes complicados. Solo lo justo y necesario.
Lo mejor de las galletas de plátano y avena es que se preparan con ingredientes básicos que probablemente ya están en tu despensa. Son aptas para niños, para adultos que cuidan su alimentación y para cualquiera que quiera tener algo rico a mano sin encender el horno durante horas. Y sí, se pueden adaptar fácilmente, ya sea que decidas añadirles frutos secos, chips de chocolate o canela. Pero la base, que es lo que hoy nos ocupa, no puede ser más sencilla ni más efectiva.
1Ingredientes para unas deliciosas galletas de plátano y avena

Las galletas de plátano y avena necesitan solo dos ingredientes para funcionar: plátanos maduros y copos de avena. Con eso basta para lograr una masa que se pueda moldear y hornear. Es importante que el plátano esté bien maduro, con manchas oscuras en la piel, ya que eso garantiza que esté lo suficientemente dulce y blando como para integrarse bien. La avena puede ser de tipo tradicional o rápida, aunque la primera da una textura más rústica y saciante.
A partir de ahí, se pueden personalizar al gusto. Un puñado de nueces picadas, una cucharadita de canela o unas gotas de extracto de vainilla elevan el resultado final sin añadir azúcares. Incluso unas pepitas de chocolate negro funcionan de maravilla si el antojo es más fuerte. Lo bueno de estas galletas de plátano y avena es que son tan versátiles como rápidas, y permiten improvisar con lo que tengas en casa.