El dolor lumbar es uno de los problemas de salud más comunes en la población adulta, y no entiende de edades ni estilos de vida. Desde quienes pasan horas frente al ordenador hasta quienes realizan esfuerzos físicos repetitivos, todos pueden verse afectados por esa molestia persistente en la parte baja de la espalda. Aunque muchas personas recurren automáticamente a analgésicos o antiinflamatorios, cada vez más fisioterapeutas apuestan por soluciones más naturales y eficaces que no implican medicación.
Y es que el dolor lumbar no siempre requiere de tratamientos agresivos. La clave está, según los expertos, en comprender su origen, modificar ciertos hábitos y aplicar técnicas específicas que han demostrado aliviar la tensión acumulada. Dentro de estas alternativas destaca un truco sencillo y al alcance de todos que recomiendan cada vez más profesionales de la fisioterapia: la autoelongación lumbar.
1El dolor lumbar y su relación con la postura

El dolor lumbar suele tener una raíz postural. Pasar muchas horas sentado, conducir con frecuencia o incluso dormir en una posición inadecuada pueden alterar el equilibrio de la musculatura lumbar. Esta sobrecarga constante termina generando contracturas y molestias que, si no se corrigen a tiempo, pueden cronificarse. Por eso, los fisioterapeutas insisten en observar cómo nos sentamos, cómo caminamos y cómo descansamos.
Un truco que recomiendan es trabajar la elongación de la columna. Para ello, aconsejan sentarse en una silla firme, apoyar bien los pies en el suelo y, sin despegar los glúteos del asiento, imaginar que se quiere crecer hacia arriba como si la cabeza buscara tocar el techo. Esta autoelongación, mantenida durante unos segundos y repetida varias veces al día, ayuda a descomprimir los discos intervertebrales y a mejorar la postura general.