El espionaje digital se ha convertido en una sombra cotidiana que nos acompaña cada vez que nos conectamos a una red wifi pública en una cafetería, un aeropuerto o un hotel. Vivimos en una sociedad hiperconectada donde el acceso gratuito a internet se percibe como un servicio básico, una comodidad que a menudo nos hace bajar la guardia ante peligros invisibles y que puede tener consecuencias devastadoras. La realidad es que esa conexión de cortesía, aparentemente inofensiva, es un campo abierto para que ojos indiscretos accedan a toda nuestra información personal sin que nos demos cuenta. La amenaza no es una fantasía de película, sino un riesgo tangible y muy presente.
La facilidad con la que un tercero puede interceptar nuestras comunicaciones en una red no segura es alarmante. Cada vez que introduces una contraseña, consultas tu cuenta bancaria o envías un mensaje privado a través de una de estas redes, la puerta de entrada a nuestra vida íntima y financiera queda completamente abierta, exponiendo datos que pueden ser utilizados para el robo de identidad, el fraude o la extorsión. El problema es que la mayoría de los usuarios desconoce este peligro o cree que nunca le va a pasar. Sin embargo, entender cómo protegernos es más sencillo de lo que parece y es el primer paso para navegar con auténtica seguridad y tranquilidad.
4MANOS A LA OBRA: USAR UNA VPN ES MÁS FÁCIL QUE PEDIR UN CAFÉ

Una de las barreras que frena a muchos usuarios es la creencia de que configurar y usar una VPN es un proceso complicado reservado para expertos en informática. Nada más lejos de la realidad. Los proveedores de servicios de VPN de calidad han invertido enormes recursos en hacer que sus aplicaciones sean extremadamente fáciles de usar para cualquier persona, independientemente de sus conocimientos técnicos. El proceso de instalación es idéntico al de cualquier otra aplicación, un proceso que generalmente no lleva más de cinco minutos, y que está diseñado para ser intuitivo y guiado en cada paso, desde la descarga hasta la primera conexión.
Una vez instalada la aplicación en tu móvil, tableta u ordenador, el uso diario es todavía más sencillo. Generalmente, solo tienes que abrir la aplicación, iniciar sesión con tus credenciales y elegir un servidor al que conectarte, o simplemente pulsar el botón de conexión rápida para que la app elija el servidor más óptimo por ti. En la mayoría de los casos, un simple clic en un botón que suele decir ‘Conectar’ o muestra un icono de encendido, es todo lo que se necesita para activar la protección. A partir de ese momento, toda tu conexión estará cifrada y a salvo del espionaje digital.