lunes, 21 julio 2025

«Tu banco te roba con este producto tóxico»: el aviso de la CNMV sobre el ‘chollo’ que te ofrecen por móvil

El último gran aviso de la CNMV resuena con la contundencia de una alarma antiincendios en mitad de la noche, alertando sobre un peligro que muchos prefieren ignorar hasta que es demasiado tarde. Nos referimos a esa llamada telefónica inesperada, esa oferta que llega por correo electrónico o ese anuncio deslumbrante en redes sociales. En todos los casos, el gancho es el mismo: una promesa de rentabilidad fácil y rápida que esconde una realidad mucho más oscura. Un supuesto «chollo» financiero que, en realidad, es un producto de inversión de altísimo riesgo, diseñado para que la inmensa mayoría de los participantes pierdan su dinero de forma fulminante.

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El espejismo del enriquecimiento rápido es una de las tentaciones más antiguas de la humanidad, y en el complejo mundo financiero actual, ha encontrado nuevas y sofisticadas formas de manifestarse. Los comerciales de estos productos tóxicos son expertos en psicología, utilizan un lenguaje que mezcla la confianza de un amigo con la autoridad de un experto, creando un cóctel irresistible para el ahorrador no especializado. Sin embargo, detrás de esa fachada de oportunidad única se oculta un mecanismo perverso, la cruda estadística que demuestra que la inmensa mayoría pierde hasta el último céntimo, una verdad que la CNMV se esfuerza por difundir ante la agresividad de estas campañas.

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DESMONTANDO EL ‘CONTRATO POR DIFERENCIA’: LA RULETA RUSA FINANCIERA

Fuente Pexels

El producto estrella que se esconde tras estas promesas es, en la mayoría de los casos, el Contrato por Diferencia o CFD. A diferencia de la compra de acciones tradicional, al operar con CFDs no se adquiere ningún activo real, como una acción de una empresa o una materia prima. En su lugar, se está especulando sobre si el precio de ese activo subirá o bajará en el futuro. Es, en esencia, una apuesta sobre la dirección del mercado, pero con un componente que lo convierte en un instrumento explosivo: el apalancamiento. Este mecanismo permite operar con mucho más dinero del que realmente se tiene, un arma de doble filo que multiplica exponencialmente tanto las posibles ganancias como, y esto es lo más habitual, las pérdidas.

La trampa mortal de los CFDs para el inversor minorista reside en su propia estructura. La plataforma que ofrece el producto, conocida como bróker, no suele ser un mero intermediario, sino la contraparte de la operación. Esto significa que cuando el cliente gana, la empresa pierde, y viceversa. Dado que las estadísticas que la propia CNMV obliga a publicar muestran que entre el 75% y el 89% de los pequeños inversores pierden dinero, el modelo de negocio es redondo para estas entidades. El inversor compite directamente contra la «casa», una casa que además establece las comisiones y los diferenciales de precios, asegurándose de que el inversor minorista juegue con las cartas marcadas desde el principio.

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