Ozempic se ha convertido en uno de los nombres más repetidos en consultas médicas, redes sociales y conversaciones sobre pérdida de peso. Este medicamento, junto con otros como Wegovy o Mysimba, ha sido aclamado por su capacidad para reducir el apetito y favorecer una rápida bajada de peso. Sin embargo, un nuevo estudio vuelve a encender las alarmas, y es que al suspender Ozempic, la mayoría de los pacientes sufre una recuperación progresiva del peso perdido, lo que muchos conocen como el temido efecto rebote.
Aunque los resultados de Ozempic durante el tratamiento son, en muchos casos, espectaculares, el problema aparece al dejar de usarlo. Un meta-análisis reciente publicado en BMC Medicine, que revisó 11 estudios clínicos con más de 2.400 pacientes, ha confirmado que la mayoría de quienes abandonan el tratamiento experimentan una ganancia de peso significativa a partir de la octava semana, una tendencia que continúa hasta el primer año. Y lo más preocupante es que este rebote ocurre incluso si los pacientes siguen con una dieta saludable y hacen ejercicio.
3¿Qué deben saber los pacientes antes de empezar con Ozempic?

El entusiasmo inicial por los efectos rápidos de Ozempic debe ir acompañado de una información clara sobre lo que ocurre después. Médicos y pacientes deben tener conversaciones sinceras sobre las expectativas reales del tratamiento, el riesgo de recuperación de peso y la importancia de un plan de mantenimiento. La ciencia ha hablado, y lo que se pierde rápido, también puede volver rápido si no se actúa con inteligencia y constancia.
El caso de Ozempic nos recuerda que en temas de peso y salud no existen atajos permanentes. Más allá del nombre comercial o la promesa de resultados inmediatos, el éxito está en el compromiso con un cambio de hábitos que dure más allá de cualquier tratamiento farmacológico. Se trata de entender que la pérdida de peso real y duradera no depende solo de una inyección semanal, sino de decisiones diarias.