Superar la Inspección Técnica de Vehículos es, para la mayoría de los conductores, un trámite periódico más, a veces molesto, pero necesario para circular con la tranquilidad de que todo está en orden y con la preciada pegatina adornando el parabrisas. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que el verdadero valor de esta revisión no reside únicamente en el resultado inmediato, sino en el rastro digital que deja en los registros de la Dirección General de Tráfico. Un simple suspenso, una ‘ITV desfavorable‘ que no se subsana correctamente, puede convertirse en una pesadilla burocrática, una marca invisible que emerge en el peor momento posible: cuando intentamos vender nuestro coche. Esta situación genera un bloqueo administrativo que frena en seco la operación, dejando a vendedor y comprador en un limbo inesperado y frustrante, todo por un fallo que quizás consideramos menor en su día.
La creencia popular de que una vez pasado el mal trago de la inspección, con sus defectos leves o graves, el problema queda zanjado hasta el año siguiente, es un error de bulto que puede costar muy caro. La realidad es que el sistema actual es mucho más riguroso y está interconectado, lo que significa que un resultado desfavorable no es una simple recomendación para visitar el taller. Es una orden directa con consecuencias legales y administrativas muy serias si se ignora, una anotación en el historial del vehículo que actúa como una cicatriz imborrable hasta que se demuestre su completa sanación, es decir, hasta que se superen las pruebas en una nueva visita a la estación. Este detalle, a menudo subestimado, es la clave de un problema que afecta a miles de transacciones de vehículos de segunda mano en España cada año.
5LA PRUDENCIA DEL COMPRADOR: EL INFORME DGT COMO ESCUDO PROTECTOR
Desde la perspectiva de quien compra un coche de segunda mano, esta problemática subraya la importancia capital de la prevención. Fiarse únicamente de la palabra del vendedor, del buen aspecto del vehículo o de una prueba de conducción puede ser un error fatal. La herramienta más poderosa y sencilla a disposición de cualquier comprador para protegerse de este y otros problemas ocultos es el ‘Informe Reducido’ o, para una visión completa, el ‘Informe Detallado’ de la DGT. Se puede solicitar online por una tasa muy asequible y proporciona un historial completo del vehículo que es absolutamente revelador, incluyendo datos sobre sus titulares anteriores, posibles cargas o embargos y, crucialmente, el historial de las inspecciones técnicas.
Este documento es un escudo protector infalible contra el problema de la ‘ITV desfavorable’ oculta. Antes de entregar una señal o firmar cualquier tipo de contrato, solicitar y revisar este informe debería ser un paso no negociable. Un resultado desfavorable pendiente de corregir aparecerá de forma clara, alertando al comprador de que ese vehículo, en su estado actual, no podrá ser puesto a su nombre, ahorrándole una enorme cantidad de tiempo, dinero y disgustos. En definitiva, en el mercado actual, la compra de un vehículo de ocasión sin consultar previamente su historial en Tráfico es una apuesta arriesgada que ningún comprador prudente debería estar dispuesto a asumir.