sábado, 26 julio 2025

Así usan las aerolíneas las ‘cookies’ para subirte el precio del vuelo cada vez que lo buscas

El complejo mundo de las aerolíneas esconde una estrategia de precios tan sofisticada como frustrante para el consumidor, una que convierte nuestro propio interés en un arma en nuestra contra. Todos hemos vivido esa exasperante experiencia: encuentras un vuelo a un precio razonable, decides esperar unas horas para confirmarlo con tu pareja o amigos y, al volver a buscarlo, el precio ha subido misteriosamente sin motivo aparente. No es casualidad ni mala suerte. Detrás de esta fluctuación se esconde una práctica deliberada y automatizada que busca maximizar los beneficios a costa de la cartera del viajero, aprovechando cada clic que hacemos en sus páginas web.

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Esta táctica, conocida en el sector como ‘dynamic pricing’ o precios dinámicos, se alimenta directamente de la información que nosotros mismos les regalamos con cada búsqueda. Los algoritmos de las compañías aéreas están diseñados para identificar patrones de comportamiento, y un interés repetido en una ruta específica es la señal de alarma que activa el mecanismo. El sistema interpreta que tu necesidad o deseo de viajar es alto y, por lo tanto, estás dispuesto a pagar más. Lo que sigue es una sutil pero efectiva manipulación psicológica, donde el incremento de precio genera una falsa sensación de urgencia para que compres de inmediato, antes de que el billete se vuelva todavía más inalcanzable.

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LA MAGIA NEGRA DE LOS PRECIOS DINÁMICOS: ¿OFERTA Y DEMANDA O MANIPULACIÓN?

Fuente: Freepik

El concepto de precios dinámicos no es exclusivo de las aerolíneas; plataformas como Uber o las cadenas hoteleras lo utilizan desde hace años. La justificación oficial siempre se ampara en la ley de la oferta y la demanda: si muchas personas quieren volar en una fecha concreta, los precios suben. Sin embargo, lo que experimenta el usuario individual va más allá de esta simple lógica de mercado. El ‘dynamic pricing’ moderno es una versión hiperpersonalizada de esa idea, donde la «demanda» que se analiza no es la del mercado general, sino la tuya en particular, creando un microclima económico que solo existe para ti en ese preciso instante.

El algoritmo que calcula el precio de tu billete es una auténtica caja negra que se alimenta de infinidad de variables en tiempo real. Considera el nivel de ocupación del avión, los precios de la competencia, eventos especiales en el destino, la antelación de la compra y, por supuesto, tu comportamiento de navegación previo. Muchas aerolíneas han invertido millones de euros en perfeccionar estos sistemas para que sean capaces de predecir cuál es el precio máximo que estás dispuesto a pagar. Por ello, no se trata de un precio justo basado en costes y demanda general, sino de un precio optimizado para extraer el máximo rendimiento de cada cliente potencial, de forma individual y automatizada.

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