viernes, 25 julio 2025

La ‘playa de las catedrales’ tiene una hermana secreta a pocos kilómetros, ideal para un descanso reparador antes de comenzar el año

En el imaginario colectivo de la costa gallega, la playa de las catedrales reina con una majestuosidad incontestable, un icono tallado por el Cantábrico que atrae a miles de visitantes. Pero la Mariña Lucense, en su vasta y salvaje belleza, guarda secretos para quienes buscan la misma magia sin el peaje de la multitud. A un suspiro de distancia de la célebre postal, existe un rincón que replica su esencia geológica, un santuario de pizarra y cuarcita donde el silencio solo es interrumpido por el rumor de las olas. Un lugar que espera ser descubierto, ofreciendo una experiencia más íntima y personal.

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La búsqueda de autenticidad nos aleja de las rutas trilladas, llevándonos a parajes donde la naturaleza aún impone su ritmo sin horarios ni reservas. Imaginen la misma grandeza arquitectónica del mar, los mismos arbotantes de roca pulida por la marea, pero en un escenario de soledad y calma. Este refugio, desconocido para el gran público, promete un verdadero descanso reparador, una oportunidad para reconectar con el entorno y con uno mismo lejos del bullicio. Es el contrapunto perfecto al turismo de masas, una invitación a sentir la inmensidad del océano de una forma pura y sin filtros.

UN TESORO ESCONDIDO EN LA MARIÑA LUCENSE

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En el municipio de Xove, en la provincia de Lugo, se encuentra la Praia de Esteiro, un arenal que bien podría ser el secreto mejor guardado de la costa cantábrica. Este paraje comparte ADN geológico con su famosa vecina, presentando formaciones rocosas y arcos que evocan poderosamente la estructura de la playa de las catedrales, pero lo hace desde el anonimato y la humildad. Su acceso, menos señalizado y promocionado, ha permitido que conserve un carácter virginal, una autenticidad que en otros lugares se ha diluido por la presión turística. Aquí, el espectáculo es el mismo, pero el público es escaso.

El encanto de Esteiro reside precisamente en esa sensación de descubrimiento, en la certeza de estar ante un paisaje que no ha sido domesticado para el consumo masivo. Las rocas de pizarra, de un negro intenso, se elevan desafiantes creando pasadizos y cuevas que cambian con cada marea, un espectáculo natural en constante movimiento. Mientras muchos planifican su visita a la concurrida playa de las catedrales, muy pocos saben que en Xove les espera una experiencia similar en esencia pero radicalmente distinta en vivencia, donde la única banda sonora es la del viento y el mar.

LA MAGIA DE UN PAISAJE SIN FILTROS NI ESPERAS

Una de las grandes ventajas de la Praia de Esteiro es la libertad. Aquí no existen sistemas de reserva previa, ni aforos limitados que obliguen a planificar con semanas de antelación una escapada. La espontaneidad recupera su valor, permitiendo al visitante llegar, aparcar sin agobios y simplemente caminar hacia la orilla para disfrutar del paisaje. Esta ausencia de barreras logísticas transforma por completo la experiencia, convirtiéndola en un acto de puro placer y no en una meta turística que hay que cumplir siguiendo un protocolo estricto y a menudo estresante.

Esta libertad se traduce en una conexión más profunda con el entorno, un lujo en tiempos de masificación. El viajero puede elegir el momento del día que prefiera, ya sea para contemplar las luces del amanecer o para disfrutar de la melancolía del atardecer en completa soledad. Mientras la cercana playa de las catedrales se convierte en un hervidero de gente durante la bajamar, Esteiro ofrece la paz necesaria para un verdadero descanso reparador, donde es posible sentarse en la arena y sentir que aquel imponente paisaje te pertenece solo a ti por un instante.

MÁS ALLÁ DE LOS ARCOS: UN ENTORNO POR DESCUBRIR

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El atractivo de Esteiro no termina en la línea de la marea; su entorno es un fiel reflejo de la Galicia más auténtica y desconocida. La playa está enclavada en un paisaje de prados verdes que caen abruptamente hacia el mar, salpicado de pequeños núcleos rurales y senderos que invitan a explorar los acantilados circundantes. Caminar por la parte alta ofrece unas perspectivas espectaculares del arenal y de la costa de Xove, una sucesión de pequeñas calas, faros y puntas rocosas que conforman un litoral salvaje y lleno de carácter, muy alejado del circuito comercial que rodea a la playa de las catedrales.

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Sumergirse en este rincón de la Mariña Lucense es también una oportunidad para disfrutar de una gastronomía local sin artificios, en pequeños bares y restaurantes de pueblo donde el pescado y el marisco del día son los verdaderos protagonistas. Es la Galicia real, la que vive a un ritmo más pausado y ofrece una hospitalidad genuina. Esta experiencia integral, que combina naturaleza, cultura y gastronomía, enriquece enormemente la escapada, aportando un valor añadido que va mucho más allá de la simple visita a una playa, por muy espectacular que esta sea.

EL SECRETO MEJOR GUARDADO PARA AMANTES DE LA FOTOGRAFÍA

Para los aficionados a la fotografía de paisajes, la Praia de Esteiro es un verdadero paraíso. La ausencia de multitudes permite componer imágenes limpias, donde la interacción entre la roca, el mar y la luz es la única protagonista. A diferencia de lo que ocurre en la playa de las catedrales, aquí no es necesario un ejercicio de paciencia para lograr una foto sin personas en el encuadre. Las texturas de la pizarra mojada, el dibujo que deja la espuma en la arena y la fuerza de los arcos de piedra ofrecen un sinfín de posibilidades creativas a cualquier hora del día.

Como ocurre en su hermana mayor, es fundamental consultar la tabla de mareas antes de la visita para poder disfrutar de la playa en su máximo esplendor. Es durante la bajamar cuando los arcos se vuelven transitables y las formaciones rocosas quedan completamente al descubierto, revelando un mundo oculto que dos veces al día queda sumergido bajo el Cantábrico. Planificar la visita en función de la marea baja garantiza el acceso a los rincones más mágicos y fotogénicos de este increíble arenal, una alternativa soberbia a la famosa playa de las catedrales.

POR QUÉ ESTEIRO ES LA ESCAPADA PERFECTA ANTES DE CAMBIAR DE AÑO

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El final del año invita a la reflexión, a hacer balance y a cargar energías para lo que está por venir, y pocos lugares son tan propicios para ello como un paraje natural imponente y solitario. La Praia de Esteiro ofrece ese santuario de paz, un escenario perfecto para desconectar del ruido digital y la vorágine de las celebraciones. El sonido constante del mar y la grandiosidad del paisaje actúan como un bálsamo, permitiendo poner los pensamientos en orden y encontrar una perspectiva renovada antes de dar la bienvenida a un nuevo ciclo.

Visitar este rincón de Xove no es simplemente encontrar una alternativa a la masificada playa de las catedrales; es un acto de descubrimiento personal. Es regalarse una experiencia única, la satisfacción de haber encontrado una joya oculta que muy pocos conocen. Esa sensación de ser un privilegiado explorador, de conectar con la naturaleza en su estado más puro, es el mejor combustible para el alma y una forma inmejorable de cerrar un capítulo y prepararse, con la mente despejada y el espíritu sereno, para todo lo bueno que el próximo año pueda traer.

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