sábado, 26 julio 2025

Así roban tus contraseñas desde el WiFi del supermercado sin que lo notes

La comodidad de conectarse a una red WiFi gratuita mientras se realiza la compra semanal en el supermercado se ha convertido en una costumbre para miles de españoles, una forma sencilla de revisar mensajes o consultar recetas sin gastar datos móviles. Sin embargo, esta acción aparentemente trivial esconde un peligro cada vez más extendido y sofisticado. Los ciberdelincuentes han perfeccionado una técnica para interceptar nuestras comunicaciones y robar información sensible, como contraseñas bancarias o de redes sociales, justo delante de nuestras narices y sin que salte ninguna alarma visible en nuestros dispositivos, transformando esa conveniencia en una vulnerabilidad crítica para nuestra seguridad digital.

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El principal atractivo de estas redes es su aparente gratuidad, un cebo irresistible para quienes buscan ahorrar datos móviles mientras hacen la compra. Sin embargo, lo que parece una ventaja inofensiva puede convertirse en la puerta de entrada para ciberdelincuentes experimentados, que aprovechan la confianza del usuario para desplegar sus trampas con una eficacia alarmante y sin levantar sospechas. El método es tan sutil que la víctima rara vez se da cuenta del ataque hasta que es demasiado tarde, cuando descubre cargos extraños en su cuenta o que sus perfiles en línea han sido secuestrados, demostrando la fragilidad de nuestra privacidad en entornos públicos.

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LA ANATOMÍA DEL ENGAÑO: PASO A PASO EN EL SUPERMERCADO

Fuente: Freepik

Imaginemos la escena cotidiana: llegas al supermercado, sacas el móvil y buscas la red pública para conectarte. En la lista de redes disponibles aparece la que esperas, con el nombre del establecimiento. Pulsas sobre ella y, en muchos casos, se abre automáticamente una página de inicio o portal cautivo que solicita alguna credencial para conceder el acceso. Frecuentemente, esta página es una réplica exacta de la legítima, pero controlada por el delincuente, diseñada para que introduzcas tu correo electrónico y una contraseña, que podría ser la misma que usas en otros servicios importantes.

Tras introducir tus datos, pueden ocurrir dos cosas: o bien la página muestra un falso error de conexión o, de forma más astuta, te redirige silenciosamente a la red WiFi legítima, dándote acceso a internet como si nada hubiera pasado. En ambos escenarios el daño ya está hecho. El atacante ha capturado tus credenciales y, si reutilizas esa contraseña en otros sitios, ahora tiene la llave de acceso a tu correo electrónico, redes sociales o incluso plataformas de comercio electrónico, abriendo una brecha de seguridad con consecuencias impredecibles y potencialmente devastadoras para tus finanzas y tu identidad digital.

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