sábado, 26 julio 2025

El salto al vacío de Rufián preocupa a ERC, Podemos y Sumar

Gabriel Rufián ha abierto un nuevo frente político que ha sacudido tanto a su propio partido, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), como a otros actores de la izquierda estatal como Podemos y Sumar.

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Su propuesta: liderar la construcción de un nuevo bloque plurinacional y progresista que aglutine a las principales fuerzas soberanistas e independentistas de izquierdas del Estado español, ERC, EH Bildu, BNG, y a formaciones de ámbito estatal o regional como Podemos, Compromís y Adelante Andalucía.

Rufián ha defendido su iniciativa con un mensaje tan contundente como inquietante para sus socios naturales: «El independentismo y el soberanismo de izquierdas ha reclamado históricamente una izquierda plurinacional que le entienda y ayude. Yo digo que ya basta de esperar y que la hagamos nosotros. O nos la volverán a hacer. Y volverá a ser mentira».

Con ello, el portavoz republicano en el Congreso lanza un guante que no solo interpela a las izquierdas españolas, sino que también desafía los límites estratégicos de su propia formación. Y es que en ERC su propuesta no ha sentado bien. Desde la dirección del partido se le ha recordado que ahora no toca embarcarse en aventuras que puedan desdibujar el perfil propio del partido en un momento tan delicado, marcado por el adelanto electoral en Cataluña y las dificultades internas tras la pérdida de la Generalitat.

Pero Rufián, que goza de una gran burbuja mediática en los últimos tiempos, parece dispuesto a desmarcarse de la línea oficialista y a apostar por un movimiento más amplio, que supere los marcos partidistas y reactive a un electorado de izquierdas que se siente huérfano tras el desgaste de los gobiernos de coalición progresista.

PALO A PODEMOS

En su empeño, Rufián también ha arremetido, aunque sin mencionarlos directamente, contra los intentos anteriores de conformar un espacio plurinacional desde la izquierda estatal. «!– /wp:paragraph –>

Belarra Moncloa
Ione Belarra. Foto: Europa Press.

La crítica, velada pero evidente, iba dirigida a Podemos y, por extensión, a Sumar. La reacción de Podemos no se ha hecho esperar. Dirigentes del partido morado han rechazado públicamente la idea de integrarse en un frente de esas características en estos momentos. Podemos, tras su ruptura con Sumar, está centrado en recuperar espacio político y credibilidad desde fuera del gobierno y con una estrategia que pone el acento en su autonomía.

Sumar, por su parte, observa la propuesta de Rufián con preocupación. Aunque su discurso político también apela a una España plurinacional, la coalición liderada por Yolanda Díaz considera que este tipo de iniciativas no hacen sino fragmentar aún más un espacio que ya sufrió un duro golpe en las elecciones europeas del pasado año.

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Desde el ‘yolandismo’, se interpreta la maniobra del republicano como una acción personalista y poco coordinada, que puede añadir más ruido al ya complejo tablero de la izquierda.

ARTICULACIÓN

La iniciativa de Rufián, en definitiva, ha reabierto un debate que parecía estancado: el de la articulación real de una izquierda plurinacional que no se limite al discurso, sino que se traduzca en una arquitectura política nueva, horizontal, y capaz de competir con los bloques tradicionales del PSOE y el PP. En opinión del diputado catalán, el actual reparto de fuerzas favorece un repliegue conservador al que la izquierda debe responder con valentía y ambición.

Más allá de los gestos y las declaraciones, queda por ver si el viral Rufián será capaz de poner en marcha esa nueva confluencia o si su propuesta quedará en otro intento frustrado de articular una izquierda a la altura del reto territorial del Estado. Las resistencias internas en ERC, la desconfianza de Podemos y el recelo de Sumar complican el camino.

Mientras tanto, Rufián no da señales de frenar. Su mensaje, que mezcla épica política con un tono casi desesperado, apunta a una conclusión clara: «Quien crea que le va a ir mejor con un gobierno de PP y Vox vergüenza le debería dar basar su proyecto en el sufrimiento de la gente».

El aviso va dirigido para los sectores más acomodaticios de la izquierda como para aquellos que, desde el inmovilismo, creen que el actual mapa político se puede mantener sin cambios profundos.

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