Este lunes la acusación popular de Liberum en el Caso DANA de Valencia ha pedido que se impute como investigado a Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) tras el informe de la Guardia Civil recibido en el juzgado de Catarroja que investiga las 228 muertes tras la DANA que arrasó Valencia el pasado 29 de octubre de 2024. Pero para imputarlo es clave el nuevo informe de la Guardia Civil sobre la tragedia de la DANA, que ha llegado al juzgado que instruye la causa el pasado viernes.
Dicen los letrados de Liberum que «la Confederación Hidrográfica del Júcar (en adelante CHJ), es dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (RD 503/2024). (…) Por consiguiente, destacamos como una de las obligaciones de la CHJ «la realización […] de hidrología, información sobre crecidas”. A tal fin, dispone del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH). Dicha herramienta está destinada “para la previsión y control de avenidas en coordinación con los organismos de protección civil de las diferentes Comunidades Autónomas y del Estado”».
«POLO DIJO QUE EL SAIH NO ES DE PREDICCIÓN SINO DE OBSERVACIÓN»
El escrito de Liberum dice que «el presidente de la CHJ D. Miguel Polo Cebellán, a requerimiento de este Ilmo. Juzgado, por escrito informó que: “El sistema SAIH no es un sistema de predicción, es un sistema de observación y, como tal, muestra datos observados en tiempo real”. Resaltamos de estas palabras del presidente de la CHJ en sede judicial, que, el SAIH es observacional y además, “en tiempo real”. Con todo, según ha explicado la información publicada en el sistema tiene un retardo de entre 20 a 30 minutos y además, es susceptible de fallos al sufrir daños los equipos de medición. Dicho sistema emite dos tipos de avisos: (1º) de lluvia; y (2º) de caudal», añade el escrito de la acusación popular.
Respecto de los avisos de lluvia, Polo destacó que, se realiza de forma automática, mediante el envío de correos electrónicos al superarse determinados umbrales; concretamente, la Confederación Hidrográfica del Júcar, transmite avisos automáticos para registros superiores a 30 ml/m2 en 1 hora y 50 l/m2 en 4 horas.
Y, con relación a los avisos de caudal, se realizan los avisos tras la validación manual por los técnicos de sala que, una vez, validados, se envía el aviso por correo electrónico a las autoridades de protección civil y de emergencias, tardando este proceso entre 10 y 15 minutos.
EL RÍO MAGRO
Pues bien, según el Informe de la Guardia Civil que ha elaborado sobre la DANA: «El horario crítico en cuanto al volumen de agua circulante en el cauce del río Magro en su último tramo con posterioridad al embalse de Forata, debió producirse a partir de las 17:00 horas y con motivo de la coincidencia del inicio de desembalse de agua que se estaba produciendo del embalse».
El escrito de Liberum, que también representa a un víctima de la DANA; añade que «lo sucedido en el barranco del Poyo adquiere una mayor transcendencia por los resultados trágicos que acontecieron en este enclave. Mientras el CECOPI centraba su atención en el posible colapso del embalse de Forata, poca atención se dedicó al barranco del Poyo».
Y añaden que «en primer lugar, llama la atención que, en relación con la cuenca del barranco del Poyo únicamente se dispone de un punto de control de medición de caudales, correspondiente a un dispositivo de los denominados “marco de control”, el cual se sitúa en el cruce del barranco con la autovía A-3 (Madrid-Valencia), término municipal de Ribarroja de Túria».
«Hay que denunciar que, desde las 15:50 horas (momento en el que, se emitió un aviso de “Descenso de caudal” con un caudal de 33,382) hasta las 18:25 horas se mantuvo por la CHJ el aviso de descenso, cuando lo cierto es que, desde las 16:15 horas se invirtió la tendencia y que, cuando la CHJ emitió el aviso de ascenso de caudal ya se estaba en 1686,755», añade el escrito presentado ante el juzgado.
Las preguntas, tras el estudio del Informe de la Guardia Civil, que se hacen son obvias, ¿por qué la CHJ no emitió el aviso de aumento de caudal en el barranco del Poyo a las 16:15 horas cuando los datos obtenidos indicaban un aumento de caudal?, ¿por qué se esperó a alcanzar un caudal de 1686,755 para emitir el aviso de aumento de caudal?, y una pregunta más, ¿por qué desde las 19:00 horas no hay registro de información?
Es evidente que, para Liberum, «la información suministrada por la CHJ fue deficiente para la toma de decisiones que debieron tomarse en caso de haber sido informados que, desde las 16:15 horas se había invertido la tendencia de descenso del caudal en el barranco del Poyo, alcanzando cifras estratosféricas a partir de las 17:40 horas. Insistimos, el aviso del aumento del caudal se emitió a las 18:25 horas cuando ya se había alcanzado un caudal de 1686,755».
Y añaden que el día de la DANA «era fácil de entender que, ante la ausencia de información actualizada por parte de la CHJ al CECOPI respecto de la situación del barranco del Poyo, la atención de la emergencia se dirigiera al temor de un colapso en el embalse de Forata y no a la tragedia que ya se estaba padeciendo en las zonas afectadas por el desbordamiento del barranco del Poyo», como así ocurrió.
EL MIEDO A LA PRESA DE FORATA DURANTE LA DANA
A la asociación también le llama la atención que, justamente, el aumento exponencial en el caudal del barranco del Poyo se inicie desde las 17:35 horas y que, se mantuviera hasta la pérdida de información (a las 18:55 horas) alcanzando los 2282,904, periodo de tiempo que, curiosamente, coincide el desembalse de caudal de la presa de Forata. Defendemos que, es necesario investigar mediante las diligencias oportunas, si de alguna manera, el curso del caudal de agua desembolsada en Forata pudo llegar hasta el barranco del Poyo y, de ser esto posible, determinar si esta pudo ser la causa de pasar de un caudal de 691,021 a las 17:55 horas a 2282,904 a las 18:55 horas, en apenas una hora».
Y argumentan que si como figura en los autos, la tardanza y parquedad en los avisos a la ciudadanía emitidos el día de la DANA por parte de la Generalitat «han dado lugar a estas diligencias previas, con cuanta más razón (sino la misma) lo merecen los responsables de la CHJ, al menos, respecto de lo ocurrido en el barranco del Poyo».
Pero el «despropósito» de la CHJ y el barranco del Poyo el día de la DANA «queda evidenciado en el Informe (…) como el sistema de avisos de la CHJ es manual y no automático, se da la trágica situación de que, cuando se lanzó el aviso la realidad ya había superado el umbral, en consecuencia, se llegó tarde, muy tarde».
El Informe de la Guardia Civil sobre la DANA comparte nuestro planteamiento anteriormente citado y «causa perplejidad que, desde las 16:15 horas que se inicia el ascenso del caudal la CHJ no emita ningún aviso sino hasta las 18:25 horas cuando ya era muy tarde. Todo lo expuesto, nos lleva a la responsabilidad de lo sucedido a quienes, ostentan la dirección de la CHJ».
Entonces, «resulta patético el correo electrónico de las 18:43 horas remitido por la CHJ al Gabinete Comunicación Delegación de Gobierno Valencia, a la Delegación de Gobierno de Valencia, al CECOPI, y con copia al SAIH, informando en un único texto la superación en el barranco del Poyo de los umbrales 1º al 3ª de golpe. Este despropósito acredita la negligencia de la CHJ que, estaba obligada por ley en estas circunstancias extraordinarias a comunicar a tiempo real y puntual la crecida del caudal cuando la misma superase un umbral, cosa que no hizo. El correo se emitió muy tarde como hemos reiterado y nada impedía haber enviado un primer correo con el ascenso de caudal a las 16:15 horas y así sucesivamente. El desafortunado correo dice: «Para su conocimiento, la crecida del río está siendo muy rápida».
Esto es para los abogados de Liberum, «lamentable, no hay palabras para describir el estupor que produce este mensaje tardío, escueto y ajeno a la tragedia, pues a esas horas, ya se habían producido muertes de ciudadanos/as indefensos y desinformados por quienes al menos, tenían la obligación y los medios para informar».
Ese informe de la Guardia Civil acerca de la DANA recogía que «era fundamental que esa información se transmitiera en tiempo para conocer la situación real de los volúmenes de agua que circulaban por los cauces de los cursos fluviales con dispositivos del SAIH, en este caso en el barranco del Poyo».
Para la acusación popular «ha quedado acreditado mediante el Informe que, la CHJ no cumplió con su función de comunicar a tiempo real y puntual sobre el aumento del caudal en los embalses en relación con los diferentes umbrales, sino que, lo hizo a destiempo o sencillamente, no lo hizo, lo que, obviamente condicionaba la toma de decisiones que debían adoptarse por los estamentos de Protección Civil y servicios de emergencias que, lógicamente depositaron su confianza en los técnicos y sistemas de la CHJ. Pero, si esto fue así respecto del aumento de los caudales de los embalses, también lo fue respecto del desembalse, por ejemplo, en el caso de Forata, donde tampoco se emitió el aviso en el momento adecuado. Recuérdese que, a partir de las 18:00 horas se dio comienzo al desembalse alcanzado los 817,255 m3/s a las 19:00 horas y con un punto álgido de 1087,723 m3/s a las 21:00 horas».
192 MUERTOS EN EL BARRANCO DEL POYO
Pero además, en concreto sobre el Barranco del Poyo, que se llevó 192 víctimas en la DANA, según recoge el Informe de la Guardia Civil, «durante horas la CHJ mantuvo su aviso de alerta de descenso de caudal hasta llegar a un nivel relativamente bajo, cuando lo cierto es que, se inició progresivamente un aumento de caudal que, finalmente, adquirió incrementos exponenciales. El aviso de este aumento de caudal llegó tarde, horas después de iniciarse la subida de caudal. Cuando se remitió el correo electrónico a las 18:43 horas informando sobre la situación del barranco del Poyo, además de tardío, su escueto y parco contenido solo informaba que la “crecida está siendo muy rápida” sin especificar desde cuándo se inició el aumento del caudal, ni las consecuencias de este. Pero lo más, grave es que, en ese momento en el CECOPI estaba el presidente de la CHJ y ante este aviso no dio instrucciones ni alertó de la gravedad de la situación, ni realizó gestión alguna para averiguar si ya se habían producidos daños personales en la zona. Era su responsabilidad, no solo la gestión de la información desde el barranco del Poyo, sino también la de actuar de conformidad con la información recibida. Y no lo hizo. El resultado, una de las zonas con más víctimas».
Desde Liberum piden además que presten testimonios en calidad de testigo a «Doña Cristina Sola García (Comisaria, CHJ). D. Enrique Vicente Campos Roselló (Jefe Área Explotación, CHJ). D. Ricardo Pérez Fernández (Jefe de Área de Estudios Socio Económicos, Subdirección General de Regadíos, Caminos Naturales e Infraestructuras Rurales). D. Francisco Vicente Pardo Ortiz (S.C.R. De la Cuenca del Río Magro y Zona Pantano de Forata)».
Luego piden al Juzgado que instruye la DANA que se modifique «la condición procesal de D. Miguel Polo Cebellán (presidente de la CHJ), a investigado» y que se libre oficio para citar a declarar en calidad de testigo a María José Rallo del Olmo (presidenta de la AEMET).
De momento, la juez sólo mantiene como investigados a la ex consejera de Interior Salomé Pradas y al ex secretario autonómico de Emergencias Emilio Argüeso, a los que se atribuye la responsabilidad de la dirección de la emergencia.
En otras ocasiones varias acusaciones intentaron imputar a Miguel Polo, pero siempre antes de la llegada al juzgado del demoledor informe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia.