#APUESTAS | Contenido para mayores de 18 años
Dentro del mundo de los juegos de cartas, hay algunas variantes que, pasando desapercibidas, acaban ganándose el corazón de quienes juegan por puro disfrute. Ese es justo el caso del 21+3, una versión del blackjack de toda la vida que está arrasando, sobre todo entre los que se acercan al juego de forma ocasional. ¿Pero qué tiene este formato que tanto engancha?, ¿Por qué cada vez más gente lo prueba y repite?
La esencia del 21+3
Lo que hace especial al 21+3 es que une lo mejor del blackjack y el póker. Básicamente, se juega igual que el blackjack, pero te da la opción de hacer una apuesta extra en la que entran en juego las dos cartas que te tocan a ti y la carta boca arriba del crupier.
Con esas tres cartas puedes formar jugadas clásicas de póker, como un trío, una escalera o un color. Y eso abre la puerta a más formas de ganar en una sola mano. Para quienes van a un casino a disfrutar simplemente, esta mezcla resulta perfecta, ya que mantiene el ritmo ágil del blackjack, pero con un plus de emoción.
Emoción sin complicaciones
Otra razón por la que el 21+3 ha calado tan bien entre los jugadores casuales es que no hace falta saber demasiado para entenderlo o disfrutarlo. A diferencia de otras variantes más complejas, aquí no necesitas empaparte de estrategias avanzadas ni calcular probabilidades. Lo entiendes rápido, juegas rápido y te lo pasas bien.
Diversión con sabor a póker
La influencia del póker en 21+3 es otro factor que lo hace especialmente atractivo. Aunque el juego sigue girando en torno al blackjack, la parte de formar combinaciones con tres cartas al estilo del póker le da un giro divertido y, en muchos casos, sorprendente.
No es solo que tengas que ganarle al crupier, es que de repente puedes sacar una jugada especial con tus cartas y llevarte dinero. Para muchos, ese extra hace que cada mano sea más emocionante. No sabes si te toca solo jugar contra el 21… o si vas a sacar una jugada de póker que te alegre la noche.
Recompensas amplificadas sin complicar el juego
Una de las razones que más peso tiene para que este juego guste tanto es que, con esa apuesta extra, puedes ganar bastante más de lo normal. Las jugadas de póker que puedes formar tienen pagos bastante generosos. Por ejemplo, si te toca una escalera de color, puedes llegar a multiplicar tu apuesta hasta 40 veces. Y lo mejor de todo es que eso no hace que el juego sea más lento ni más difícil. Sigues con el ritmo rápido de siempre, pero con ese aliciente extra que te mantiene atento y con la adrenalina alta. Además, como solo son tres cartas, enseguida sabes si has ganado con la apuesta extra o no. Y esa inmediatez es justo lo que muchos buscan cuando no tienen ganas de pensar demasiado.
Un juego que invita a socializar
Otro punto a favor del 21+3 blackjack es lo bien que se presta para jugar en grupo. Es fácil de seguir, ocurren cosas emocionantes cada poco tiempo, y eso da pie a comentar, bromear y compartir el momento con los demás en la mesa. Ya sea con el crupier o con otros jugadores, siempre hay algo de lo que hablar, y eso crea un buen ambiente. Hay muchos juegos de cartas que pueden volverse bastante solitarios o tensos, pero con esta variante es justo lo contrario.