jueves, 31 julio 2025

Francisco Javier D’Agostino Casado combina legado familiar y cultura en su apuesta por Palma, Jerez e Inca

El empresario Francisco Javier D’Agostino Casado ha colocado a la tauromaquia en el centro de su actividad cultural y empresarial. A través de la sociedad Balears Cambio de Tercio S.L., presentó una oferta de cinco millones de euros para adquirir las plazas de toros de Palma de Mallorca y Jerez de la Frontera, mientras lidera iniciativas que buscan integrar tradición y nuevas formas de arte en el mundo del toro.

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En declaraciones a El Mundo, Francisco D’Agostino explicó que la primera propuesta ascendía a tres millones, pero tras la negativa inicial decidió aumentar la cifra. “Palma y Jerez no son solo recintos taurinos, son espacios con historia cultural que merecen ser recuperados”, dijo. La operación se desarrolla junto al matador retirado Javier Conde, socio de D’Agostino en varios proyectos culturales que ya han comenzado a transformar la escena taurina de Mallorca.

La motivación de Francisco D’Agostino Casado va más allá de una inversión. Hijo de Franco D’Agostino, empresario venezolano que en los años 60 mantuvo una amistad cercana con el torero Luis Miguel Dominguín, asegura que la tauromaquia es parte de su identidad. “Mi primer contacto con una plaza fue de niño, en una becerrada. Cuando me negué a entrar al ruedo, tuve que admitir mi miedo en medio de todos. Desde entonces supe que este mundo no es solo espectáculo, es respeto y cultura”, relató. “No estoy llegando al mundo del toro, nací en él”, añadió.

Ese mismo espíritu se reflejó el 23 de julio en la Plaza de Toros de Inca, donde Francisco D’Agostino y Javier Conde organizaron una velada que combinó flamenco, cine y tauromaquia. El recital acústico de Estrella Morente emocionó a los asistentes, mientras que la proyección de Tardes de Soledad, la película de Albert Serra premiada con la Concha de Oro, cerró la noche en un tono íntimo y poético. Una llamada en directo del torero Enrique Ponce sorprendió al público, expresando su apoyo al proyecto y anunciando su participación en la corrida concurso del 3 de agosto.

Para Francisco Javier D’Agostino Casado, tanto la oferta por Palma y Jerez como la organización de eventos como el de Inca responden a una misma idea: mantener vivo un legado cultural que considera esencial. “Palma llegó a programar más festejos que San Isidro. Recuperar esa vitalidad es devolverle a la tauromaquia su lugar como parte de la cultura española. Y combinarla con música y cine demuestra que la tradición puede renovarse sin perder su esencia”, afirmó.

Con su apuesta, Francisco D’Agostino Casado busca honrar la herencia familiar y, al mismo tiempo, abrir un nuevo capítulo para la tauromaquia. “Es un patrimonio cultural que me transmitió mi padre. Con estos proyectos quiero asegurar que esa historia continúe y evolucione”, concluyó.

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