domingo, 3 agosto 2025

El error en la declaración de la Renta por un piso alquilado que te puede costar una sanción de hasta el 150% de lo no declarado

La declaración de la Renta se convierte cada año en un laberinto de casillas y normativas para millones de contribuyentes, pero existe un descuido, a menudo intencionado, que se ha posicionado como uno de los objetivos prioritarios de la Agencia Tributaria. Nos referimos a la omisión de los ingresos obtenidos por el alquiler de una vivienda. Lo que para muchos propietarios es una tentación de obtener un dinero extra libre de impuestos, para Hacienda representa una de las bolsas de fraude fiscal más perseguidas. La creencia de que ese dinero en efectivo o esa transferencia mensual pasa desapercibida es, a día de hoy, una fantasía peligrosa que puede tener consecuencias económicas devastadoras para el infractor.

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La sofisticación de los sistemas de cruce de datos ha transformado por completo el panorama del control fiscal en España. La Agencia Tributaria ya no es una entidad que revisa papeles al azar, sino un gigante tecnológico que analiza volúmenes masivos de información de manera automatizada. Confiar en que un alquiler no declarado pasará inadvertido es, por tanto, un juego de azar con las probabilidades en contra, donde la Administración cuenta con todas las cartas marcadas gracias a la interconexión de registros públicos y privados. Este nuevo escenario obliga a los propietarios a reconsiderar seriamente los riesgos, pues el cerco sobre el alquiler sumergido es cada vez más estrecho y efectivo.

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EL ARREPENTIMIENTO FISCAL: CÓMO REGULARIZAR TU SITUACIÓN ANTES DE QUE SEA TARDE

Fuente Freepik

Para aquellos propietarios que no han declarado los ingresos del alquiler en años anteriores y ahora son conscientes del riesgo que corren, no todo está perdido. La normativa tributaria ofrece una vía para corregir el error de forma voluntaria antes de que la Agencia Tributaria inicie un procedimiento de comprobación. Este mecanismo se conoce como declaración complementaria. Presentar una complementaria de la Renta de los ejercicios no prescritos (los últimos cuatro años) permite al contribuyente regularizar su situación, pagando únicamente la cuota que dejó de ingresar en su día más un pequeño recargo por presentación extemporánea, que es mucho menor que las sanciones por una inspección. Es una oportunidad para enmendar el error con un coste financiero asumible.

El paso de presentar una declaración complementaria es un acto de prudencia y responsabilidad que evita males mayores. Al tomar la iniciativa, el contribuyente se libra de las temidas sanciones de hasta el 150% y de la mancha que supone un expediente por fraude fiscal. En un entorno donde la tecnología ha dotado a Hacienda de una capacidad de control casi total, la regularización voluntaria se presenta como la única estrategia inteligente para quien ha cometido el error de no declarar un alquiler. Esperar a recibir la notificación de la Agencia Tributaria es la peor de las decisiones, pues en ese momento el coste de la regularización se dispara y las opciones de defensa se reducen drásticamente, haciendo que la campaña de la Renta se convierta en una auténtica pesadilla económica.

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