Sentir una tensión constante en el cuerpo puede ser algo normal en la actualidad, pues últimamente es un problema que se ha convertido en el compañera silencioso de muchas personas, a veces, incluso, sin darse cuenta. Esos dolores que sientes a menudo en los hombros o en la espalda pueden ser tensión causada por el estrés laboral, las preocupaciones personales o incluso el exceso de pantallas, ya que el cuerpo va acumulando esa presión y lo manifiesta a través de la rigidez muscular, la fatiga crónica o los dolores en dichas zonas. Aunque a menudo se minimiza, esta tensión física sostenida no solo afecta la postura y el descanso, sino también el estado de ánimo y la capacidad de concentración.
Todo lo anterior, puede llegar a afectar la postura, el descanso, el estado de ánimo y la capacidad de concentración, y para combatirla esa tensión no es necesario recurrir siempre a soluciones costosas ni tratamientos complicados, basta con una técnica simple y efectiva, que está respaldada por profesionales de la salud y la psicología: la relajación muscular progresiva.
1¿Qué es la relajación muscular progresiva?

La tensión muscular no siempre es evidente, como lo mencionamos anteriormente, sino que por el contrario muchas veces, se instala en el cuerpo sin que lo notemos, como una especie de armadura que llevamos todo el día. La técnica de relajación muscular progresiva, desarrollada por el médico Edmund Jacobson en los años 30, propone algo tan simple como contraer y luego relajar de forma consciente distintos grupos musculares, uno por uno.
Esta acción, lejos de ser trivial, lo que hace es que activa el sistema nervioso parasimpático con el objetivo de devolver al cuerpo a un estado de calma. En este caso es importante que la persona aprenda a identificar la diferencia entre un músculo tenso y uno relajado, para que pueda realizar el ejercicio de manera sistemática, y así no solo se reducir la tensión física, sino también disminuir los niveles de ansiedad y estrés.