Sentir una tensión constante en el cuerpo puede ser algo normal en la actualidad, pues últimamente es un problema que se ha convertido en el compañera silencioso de muchas personas, a veces, incluso, sin darse cuenta. Esos dolores que sientes a menudo en los hombros o en la espalda pueden ser tensión causada por el estrés laboral, las preocupaciones personales o incluso el exceso de pantallas, ya que el cuerpo va acumulando esa presión y lo manifiesta a través de la rigidez muscular, la fatiga crónica o los dolores en dichas zonas. Aunque a menudo se minimiza, esta tensión física sostenida no solo afecta la postura y el descanso, sino también el estado de ánimo y la capacidad de concentración.
Todo lo anterior, puede llegar a afectar la postura, el descanso, el estado de ánimo y la capacidad de concentración, y para combatirla esa tensión no es necesario recurrir siempre a soluciones costosas ni tratamientos complicados, basta con una técnica simple y efectiva, que está respaldada por profesionales de la salud y la psicología: la relajación muscular progresiva.
3Los beneficios psicológicos de liberar la tensión constante

La tensión no solo se manifiesta en los músculos, sino en todo el ser, lo que incluye también los pensamientos, por lo que liberar el cuerpo puede ser un primer paso para calmar la mente. La relajación muscular progresiva actúa como un puente entre lo físico y lo mental, pues al relajar el cuerpo, el cerebro interpreta que está en un entorno seguro y reduce la producción de hormonas del estrés, como el cortisol.
Con el tiempo, quienes integran esta técnica a su rutina diaria descubren que es una herramienta de autocuidado que va más allá del alivio inmediato. Se convierte en un momento de conexión con uno mismo, en una pausa consciente que ayuda a romper con el automatismo de la tensión crónica. No se trata solo de soltar los músculos, sino también de soltar cargas invisibles que afectan el día a día.