La angustia es una de las sensaciones más incómodas con las que una persona puede despertar. Esa presión en el pecho, el nudo en el estómago o la mente acelerada antes de que suene el despertador pueden arruinar el inicio de la jornada. Aunque muchas veces se asocia con situaciones concretas de estrés, la realidad es que para algunas personas la angustia es un visitante habitual que aparece sin previo aviso al amanecer.
En un mundo donde la inmediatez y las preocupaciones parecen no dar tregua, encontrar estrategias para manejar la angustia desde el primer momento del día es clave para el bienestar. Expertos en psicología y bienestar coinciden en que establecer un ritual matutino sencillo, pero constante, puede ayudar a frenar esa sensación y a empezar la mañana con una mentalidad más calmada y enfocada.
1Respira para frenar la angustia desde la cama

Uno de los pasos más efectivos para reducir la angustia al despertar es incorporar la respiración consciente antes incluso de levantarse. En lugar de tomar el teléfono o saltar de la cama, dedicar de tres a cinco minutos a inhalar profundamente por la nariz y exhalar lentamente por la boca puede activar la respuesta de relajación del cuerpo. Este tipo de respiración ayuda a disminuir el ritmo cardíaco y a enviar señales de calma al cerebro.
La angustia muchas veces puede venir acompañada de pensamientos acelerados, y la respiración profunda actúa como un ancla al presente, así que practicarla de forma constante, incluso en los días en que no se sienta tanta tensión, hace que el cuerpo de entrene y de la misma forma lo puede hacer la mente, para que de esa forma, en los momentos más difíciles, sepas responder de manera más equilibrada ante el estrés matutino.