El error de usar WhatsApp Web que te puede dejar sin cuenta en 5 minutos se ha convertido en una amenaza silenciosa y devastadora para millones de usuarios en España, una puerta trasera digital que muchos dejan abierta de par en par sin ser conscientes del peligro. Esta herramienta, diseñada para la comodidad y la productividad, permite gestionar nuestras conversaciones desde un ordenador, pero su mecanismo de sincronización es precisamente el talón de Aquiles que los ciberdelincuentes han aprendido a explotar con una eficacia alarmante. La simplicidad del escaneo de un código QR, un gesto que realizamos en segundos y casi de forma automática, se ha transformado en el vector de ataque predilecto para el robo de cuentas a gran escala, convirtiendo la cotidianidad en una ruleta rusa digital donde nuestra identidad y privacidad están en juego constante. La confianza ciega en la tecnología nos vuelve vulnerables.
El problema reside en una falsa sensación de seguridad, alimentada por la familiaridad con la aplicación y la aparente simpleza del proceso. Creemos que estamos en un entorno controlado, el de nuestra propia casa u oficina, sin percatarnos de que el verdadero campo de batalla es la red. La alerta emitida por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) para 2025 no es una simple advertencia, sino la crónica de una oleada de ataques anunciada, donde la ingeniería social y la manipulación son las armas principales. Los delincuentes ya no necesitan complejos programas de hackeo, sino que les basta con nuestro desconocimiento y un instante de distracción para ejecutar el secuestro de nuestra vida digital, un secuestro que ocurre en menos tiempo del que tardamos en prepararnos un café, dejándonos desconectados y expuestos.
3«CONÉCTATE A NUESTRO WIFI GRATIS»: LAS TRAMPAS MÁS COMUNES EN LUGARES PÚBLICOS

Los espacios públicos como aeropuertos, cafeterías, hoteles o centros comerciales se han convertido en el coto de caza ideal para estos depredadores digitales. La trampa más extendida es la del «Wi-Fi gratuito». Los delincuentes configuran una red inalámbrica con un nombre atractivo y aparentemente legítimo, como «WIFI GRATIS AEROPUERTO» o «CAFETERIA_CLIENTES». Al conectarnos, somos redirigidos a un portal cautivo, una página de inicio de sesión que nos pide realizar una acción para obtener acceso a internet. Es en esta página donde nos presentan el anzuelo: un falso código QR para «vincular tu dispositivo» o «verificar tu identidad» a través de un supuesto patrocinador, que no es otro que WhatsApp Web. En nuestra prisa por conectarnos, escanear ese código se convierte en un acto reflejo que nos cuesta la cuenta.
Otra táctica recurrente es el phishing directo, pero adaptado a este nuevo formato. Recibimos un correo electrónico o un mensaje de texto que aparenta ser de una fuente oficial, como la propia WhatsApp, un servicio de paquetería o incluso nuestra entidad bancaria. El mensaje nos insta a realizar una acción urgente, como verificar nuestra cuenta para evitar su cierre o seguir un envío, y nos dirige a una página web. Esta página, de apariencia profesional y convincente, nos pedirá escanear un código QR como paso final del proceso. La ingeniería social se centra en crear una falsa sensación de urgencia o de oportunidad, provocando que bajemos la guardia y actuemos de forma impulsiva sin verificar la autenticidad de la solicitud, abriendo la puerta al secuestro de la cuenta de WhatsApp Web.