La posible multa por el aire acondicionado del coche es un temor que acecha a muchos conductores con la llegada del calor estival, pero pocos imaginan que el verdadero riesgo no reside en su uso, sino en su mantenimiento. Cuando el asfalto quema y el habitáculo se convierte en un horno, conectar el climatizador es un acto reflejo, un alivio casi instantáneo que damos por sentado. Sin embargo, detrás de ese gesto cotidiano se esconde una normativa poco conocida, una obligación de revisión periódica que, de ser ignorada, puede acarrear consecuencias económicas inesperadas y transformar ese soplo de aire fresco en un auténtico quebradero de cabeza.
El problema no surge de un agente de tráfico que nos detiene en plena ola de calor por llevar la refrigeración a tope, una leyenda urbana bastante extendida. La amenaza es más sutil y se materializa en el momento más inoportuno: la inspección técnica de vehículos. Allí, lo que considerábamos un simple sistema de confort se revela como un componente técnico sujeto a control, un elemento cuya deficiencia puede ser catalogada como grave e impedir que nuestro coche obtenga la pegatina favorable. Esta situación convierte una revisión rutinaria en una posible fuente de sanción, una multa encubierta que muchos desconocen por completo.
1EL CLIMATIZADOR, MUCHO MÁS QUE CONFORT: UNA PIEZA CLAVE EN LA ITV

Lejos de ser un mero lujo para combatir las altas temperaturas, el sistema de climatización es considerado por la normativa como un elemento que afecta a la seguridad activa del vehículo. Su correcto funcionamiento es crucial para desempañar los cristales en condiciones de humedad, garantizando así una visibilidad óptima para el conductor en todo momento, lo cual es un factor de seguridad de primer orden. Por este motivo, la legislación lo incluye dentro de los puntos a revisar, equiparándolo en importancia a otros componentes mecánicos que tradicionalmente han estado bajo un escrutinio mucho más severo por parte de los conductores y los propios inspectores.
Cuando un técnico de la ITV detecta que el sistema de gases fluorados del climatizador no ha pasado su revisión obligatoria, lo cataloga como una deficiencia técnica. Dependiendo de la estación y la interpretación, puede ser leve o grave, pero la tendencia es a considerarla grave, lo que implica un resultado desfavorable en la inspección y la obligación de subsanar el error en un plazo determinado. Esto no solo supone el coste de la reparación, sino también la prohibición de circular, salvo para ir al taller, y el engorro de tener que volver a pasar la inspección, una molestia que se suma a la posible multa si se circula con la ITV desfavorable.