jueves, 7 agosto 2025

El error con el GPS que puede costarte 200 € aunque vayas por el carril correcto

El uso del GPS se ha convertido en una extensión casi natural de nuestra capacidad para conducir, un copiloto digital silencioso que nos guía por el laberinto de asfalto de ciudades y carreteras. Confiamos en su voz metálica y en sus mapas precisos para llegar a nuestro destino, optimizando rutas y evitando atascos. Sin embargo, en esta dependencia cotidiana se esconde una trampa legal que muchos conductores desconocen por completo, una herramienta que nos guía puede convertirse en la causa de una sanción económica considerable sin necesidad de cometer un exceso de velocidad ni saltarse una señal. Un simple gesto, el de colocar el soporte del móvil o del navegador en el lugar equivocado, puede transformar un viaje tranquilo en un problema inesperado con las autoridades de tráfico, demostrando que a veces el peligro no está en el camino, sino en cómo lo miramos.

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La normativa de tráfico es extensa y, en ocasiones, sujeta a interpretaciones que pillan por sorpresa al ciudadano medio, y este es un caso de manual. No se trata de una nueva ley ni de una campaña específica de la Dirección General de Tráfico, sino de la aplicación de un principio básico de seguridad vial que siempre ha estado ahí. El problema radica en que la tecnología ha avanzado más rápido que nuestros hábitos al volante, la clave reside en un detalle que miles de conductores ignoran cada día al subir a su vehículo y colocar el teléfono en el primer soporte que encuentran. La diferencia entre una conducción legal y una infracción de doscientos euros no depende de la aplicación que uses, sino exclusivamente de los centímetros de parabrisas que decides sacrificar por comodidad.

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EL LUGAR PERFECTO SÍ EXISTE: CÓMO Y DÓNDE COLOCAR EL SOPORTE

Fuente: Freepik

Ante la amenaza de la multa y el riesgo para la seguridad, surge la pregunta evidente: ¿cuál es el lugar correcto para colocar el soporte del GPS o del móvil? Los expertos en seguridad vial y las propias autoridades coinciden en varias ubicaciones seguras que no infringen la normativa. La opción más recomendada es la esquina inferior izquierda del parabrisas, lo más pegado posible al montante del vehículo. En esta posición, la ubicación ideal es aquella que permite consultar la pantalla con un movimiento mínimo de los ojos, sin que el dispositivo o su soporte interfieran en la línea de visión principal de la carretera. Otra alternativa válida es utilizar soportes que se fijan en las rejillas de ventilación o sobre el salpicadero, siempre que no resten visibilidad.

Más allá de la colocación física, la clave para un uso seguro del navegador reside en la planificación y en la interacción mínima durante la marcha. Es imprescindible programar la ruta antes de iniciar el viaje, con el vehículo completamente detenido. Una vez en movimiento, se deben priorizar siempre las indicaciones por voz sobre la consulta visual de la pantalla. Si es necesario realizar alguna modificación, lo correcto es detenerse en un lugar seguro para hacerlo, la clave es convertir el uso del navegador en una ayuda pasiva y no en una interacción constante. Adoptar estos hábitos no solo nos librará de una posible sanción, sino que contribuirá de manera decisiva a una conducción más segura para todos.

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