Regar plantas antes de irte de vacaciones puede parecer una obviedad, pero hay todo un arte en hacerlo bien. Si te has ido alguna vez de viaje y has vuelto a casa para encontrarte con tus plantas mustias, tristes o directamente muertas, sabes de lo que hablamos. No basta con echarles un cubo de agua el día anterior y desearles suerte, como si fueran cactus de plástico. El mayor error es pensar que todas las plantas necesitan lo mismo cuando tú no estás. Y no, no es así. Cada especie tiene su ritmo, su sed y sus manías, y si no las conoces… sobreviven por puro milagro.
Preparar tus macetas para unos días de soledad veraniega tiene truco, pero no es complicado si sabes por dónde empezar. Porque claro, tú te vas a desconectar, pero tus plantas no se van de vacaciones. Ellas seguirán ahí, recibiendo sol, calor y olvidadas en el silencio del salón. Y si no les dejas un plan de riego en condiciones, te estarán esperando con cara de pocos amigos. Por suerte, hay métodos caseros, baratos y eficaces que pueden marcar la diferencia. Vamos a verlos, uno a uno, sin agobios y con soluciones prácticas que funcionan.
2EL TRUCO DEL CORDÓN DE ALGODÓN

Entre los sistemas caseros para regar plantas mientras estás fuera, el del cordón es uno de los más eficaces. Solo necesitas un hilo grueso de algodón (tipo cordón de zapatilla o una mecha de lámpara), un recipiente con agua y un poco de paciencia. Coloca un extremo del cordón dentro del agua y el otro en la tierra de la maceta. El hilo hará de canal, llevando la humedad poco a poco desde el recipiente hasta la planta.
Funciona de maravilla con macetas pequeñas y medianas, sobre todo si están en interior. Asegúrate de que el recipiente esté más alto que las plantas y que el cordón esté bien empapado antes de colocarlo. Es un método lento, pero mantiene la tierra con la humedad justa durante varios días. Ideal para escapadas cortas o para plantas que no necesitan demasiada agua.