Regar plantas antes de irte de vacaciones puede parecer una obviedad, pero hay todo un arte en hacerlo bien. Si te has ido alguna vez de viaje y has vuelto a casa para encontrarte con tus plantas mustias, tristes o directamente muertas, sabes de lo que hablamos. No basta con echarles un cubo de agua el día anterior y desearles suerte, como si fueran cactus de plástico. El mayor error es pensar que todas las plantas necesitan lo mismo cuando tú no estás. Y no, no es así. Cada especie tiene su ritmo, su sed y sus manías, y si no las conoces… sobreviven por puro milagro.
Preparar tus macetas para unos días de soledad veraniega tiene truco, pero no es complicado si sabes por dónde empezar. Porque claro, tú te vas a desconectar, pero tus plantas no se van de vacaciones. Ellas seguirán ahí, recibiendo sol, calor y olvidadas en el silencio del salón. Y si no les dejas un plan de riego en condiciones, te estarán esperando con cara de pocos amigos. Por suerte, hay métodos caseros, baratos y eficaces que pueden marcar la diferencia. Vamos a verlos, uno a uno, sin agobios y con soluciones prácticas que funcionan.
6Y CUANDO VUELVAS, NO TE CONFÍES

Volver de vacaciones y ver que tus plantas han sobrevivido es una alegría, pero cuidado con pasarte al regarlas de golpe. Después de días sin agua, la tentación de darles una ducha intensa es fuerte… pero puede ser contraproducente. El riego debe ser gradual para evitar ahogar las raíces que han estado en modo ahorro.
Observa cómo reacciona cada planta en los primeros dos o tres días después de tu regreso. Algunas necesitan recuperación lenta, otras florecen de inmediato. Lo importante es no dar por hecho que todas están bien solo porque estén de pie. Y si alguna ha muerto en el camino… ya tienes excusa para adoptar una nueva.