Agentes de la Policía Nacional han desarticulada una organización criminal que explotaba a personas migrantes a los que se hacía trabajar en jornadas abusivas de hasta 64 horas seguidas como vigilantes de seguridad, una operación que ha terminado con la detención de 8 personas incluyendo a tres sospechosos de ser los líderes de la operación.
Según informa la Policía Nacional en un comunicado, el pago a los extranjeros en situación irregular se realizaba en mano o mediante efectivo en cajeros para no dejar ningún rastro. En muchas ocasiones, les abonaban únicamente el primer mes, amenazándoles con causarles algún mal si reclamaban las cantidades adeudadas.
Las pesquisas comenzaron en el mes de mayo, tras tener conocimiento que había una empresa que empleaba a ciudadanos extranjeros en situación irregular como vigilantes en obras, a los cuales despedían sin pagarles gran parte de su salario para volver a contratar a nuevos trabajadores en la misma situación.
A lo largo de la investigación se descubrió que la operación contaba con un entramado criminal que contaba con una organización jerarquizada con un claro reparto de papeles entre los individuos que la conformaban.
Además, la organización operaba bajo esta mercantil utilizando personas ajenas a la misma para ir dando de alta y baja varias empresas con distintas denominaciones, todo ello a fin de eludir el control de la Policía, la justicia y la administración pública.
En febrero de este mismo año la Policía Nacional detuvo al presunto cabecilla de una red de tráfico de inmigrantes el haber fletado en los últimos cinco años un mínimo de 73 pateras con destino a Canarias, en las que desaparecieron en el mar cerca de 200 personas.
Según fuentes policiales, la organización investigada está detrás de 73 embarcaciones que llegaron entre 2021 y este año a las islas de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura con 3.594 personas de origen africano y asiático a bordo y de travesías en las que desaparecieron al menos 180 personas.