miércoles, 13 agosto 2025

El verdadero final de ‘La Casa de Papel’ que nunca vimos: el plan de El Profesor era mucho más oscuro y lo cambiaron a última hora

El final de La Casa de Papel que vimos en pantalla, con la banda escapando con el oro y una sensación de victoria agridulce, es ya parte de la historia de la televisión. Pero, ¿y si te dijera que ese no era el único destino posible para nuestros atracadores del mono rojo? Seamos sinceros, la versión que nos contaron es la que queríamos ver, pero los creadores barajaron finales alternativos mucho más oscuros y trágicos que habrían cambiado por completo el significado de la serie. Un giro de guion que existió en la cabeza de sus guionistas y que te dejará helado.

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Imagina por un momento un universo donde el plan maestro falla estrepitosamente. Un mundo en el que los héroes no son tan héroes y el precio de la rebelión es la aniquilación total. Ese escenario estuvo sobre la mesa, y conocerlo añade una nueva capa de lectura a la ficción de Álex Pina. La historia que nos enamoró y se convirtió en un fenómeno global pudo haber sido una sombría tragedia griega sobre la imposibilidad de vencer al sistema, un relato que nos habría dejado con un sabor de boca muy diferente. ¿Te atreves a asomarte a esos abismos que nunca se emitieron?

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EL SACRIFICIO FINAL QUE HABRÍA ROTO A LOS FANS

Fuente Propia

Lloramos con la muerte de Nairobi, nos rompimos con la de Tokio. Cada baja en la banda fue un puñal en el corazón de los espectadores. Pero, ¿y si el plan original hubiera sido mucho más cruel? Una de las posibilidades más radicales que se manejaron en la sala de guionistas fue la de un final sin supervivientes. Un escenario apocalíptico en el que, tras el golpe al Banco de España, toda la banda acababa siendo abatida o capturada, sin escapatoria posible. Un cierre desolador que habría mandado un mensaje muy distinto al que recibimos.

Este final habría sido coherente con la brutalidad del sistema al que se enfrentaban, pero habría traicionado el espíritu de esperanza que siempre latió en La Casa de Papel. Los creadores entendieron que, después de cinco temporadas de sufrimiento, tensión y pequeños triunfos, el público necesitaba una catarsis, una recompensa. Aniquilar a todos los personajes habría convertido la serie en un relato nihilista sobre la inutilidad de la lucha, en lugar de la fábula sobre la resistencia que acabó siendo. Por suerte para nuestros corazones, se impuso la cordura emocional.

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