sábado, 16 agosto 2025

La presencia israelí en La Vuelta compromete a los presidentes de RTVE y Correos

La polémica sobre la participación del equipo Israel-Premier Tech en la edición 2025 de La Vuelta Ciclista a España ha puesto en un compromiso a instituciones públicas clave como RTVE y Correos, que financian el evento con millones de euros del erario público.

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La creciente presión social por la presencia del polémico equipo israelí se ha convertido en un foco de controversia política, ética y mediática que pone en entredicho la neutralidad del deporte, especialmente cuando este se apoya en fondos públicos.

El equipo Israel-Premier Tech, fundado en 2015 por el magnate canadiense-israelí Sylvan Adams, participa regularmente en grandes vueltas ciclistas. Sin embargo, su presencia este año en La Vuelta ha desatado una campaña de boicot bajo el lema Deporte sin genocidio, liderada por la Plataforma para el Boicot Deportivo a Israel (PBD), el movimiento BDS y la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RESCOP).

Los organizadores recuerdan que Adams ha hecho públicas sus intenciones de usar el ciclismo como vehículo diplomático para mejorar la imagen de Israel. De hecho, fue el impulsor de la polémica salida del Giro de Italia desde Jerusalén en 2018, una etapa que atravesó territorio palestino ocupado.

RTVE Y CORREOS, EN EL CENTRO DEL DEBATE

En esta edición, la controversia salpica directamente a Radiotelevisión Española (RTVE) y a Correos, principales financiadores públicos del evento. RTVE ha desembolsado 12,3 millones de euros por los derechos de emisión de La Vuelta entre 2025 y 2028, y lidera además el consorcio europeo de televisiones públicas (UER) que retransmite la prueba.

Sylvan Adams Moncloa
Sylvan Adams. Foto: Youtube.

Correos, por su parte, ha renovado su patrocinio hasta 2027 por un valor de 2 millones de euros. Ambas instituciones, dirigidas por José Pablo López (presidente de RTVE) y Pedro Saura (presidente de Correos), se enfrentan ahora a una creciente presión social por asociar su imagen institucional a un evento en el que participa un equipo vinculado al Estado de Israel, acusado por múltiples organismos internacionales, incluyendo la ONU, de cometer un genocidio.

Se estima que la matanza promovida por Israel ha causado más de 60.000 muertes, muchas de ellas civiles.

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EL PRECEDENTE RUSO

No es la primera vez que RTVE se posiciona ante el uso de la cultura y el deporte como plataforma geopolítica. Hace unos meses, la cadena pública solicitó a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) un debate interno sobre la continuidad de Israel en Eurovisión.

En ese momento, RTVE recordó que Rusia fue expulsada del certamen en 2022 tras invadir Ucrania, en una decisión que se justificó por la necesidad de no blanquear internacionalmente a un Estado en guerra. Esa postura ahora contrasta con la emisión y el respaldo económico que RTVE proporciona a La Vuelta, donde un equipo financiado por Israel estará en pantalla durante tres semanas, transmitido a millones de personas dentro y fuera de España.

La empresa organizadora de La Vuelta, Unipublic, que pertenece desde 2008 al grupo francés ASO (organizador también del Tour de Francia), ha defendido su decisión basándose exclusivamente en criterios deportivos. Sin embargo, la Plataforma para el Boicot Deportivo a Israel insiste en que el deporte no es neutral, especialmente cuando está financiado con dinero público.

La campaña incluye acciones como envío de cartas a los ayuntamientos por donde pasa la carrera, peticiones públicas a ciclistas para que muestren su rechazo o incluso se retiren, reparto de octavillas durante las etapas, y una presencia organizada en redes sociales para visibilizar su protesta.

A UNOS DÍAS DEL INICIO

El inicio de la competición, el 23 de agosto, será también el pistoletazo de salida para una serie de protestas que no se limitarán a las cunetas. En un contexto internacional cada vez más polarizado, La Vuelta 2025 se convierte en un nuevo campo de batalla simbólico.

Mientras Unipublic insiste en la neutralidad del deporte, los colectivos sociales y buena parte de la opinión pública exigen coherencia a las instituciones públicas. RTVE y Correos, como emblemas del Estado, se enfrentan a una disyuntiva difícil: seguir financiando un evento con un equipo israelí en plena matanza de palestinos, o tomar distancias en favor de los derechos humanos.

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