El sistema nervioso es el gran orquestador de todo lo que ocurre en nuestro cuerpo, desde los movimientos más conscientes hasta las funciones automáticas que nos mantienen con vida. Entre sus múltiples ramificaciones, el sistema nervioso parasimpático juega un papel fundamental en la calma y el equilibrio, y por eso, activarlo conscientemente puede ser la clave para reducir la ansiedad, mejorar el descanso y mantener la mente en un estado de serenidad.
Cada vez más expertos en salud mental y bienestar coinciden en que la respiración controlada es una de las herramientas más poderosas para influir en este sistema. No se trata de algo esotérico o complejo, pues simplemente bastan unos minutos al día para notar cambios reales. Entender cómo funciona este mecanismo es el primer paso para aprovecharlo al máximo.
1Cómo el sistema nervioso responde a la respiración

El sistema nervioso parasimpático actúa como un freno natural frente a la aceleración que provoca el estrés. Cuando respiramos de forma lenta y profunda, enviamos señales directas al cerebro que indican que estamos a salvo, lo que reduce la producción de hormonas como el cortisol. Este efecto, aunque invisible, tiene un impacto profundo en la tensión muscular, la presión arterial y la claridad mental.
Estudios recientes han demostrado que ciertas técnicas respiratorias, como la respiración diafragmática, pueden activar de forma notable este sistema. Practicarla durante apenas cinco minutos puede ser suficiente para notar una sensación de alivio físico y emocional, algo que muchas personas describen como un “botón de pausa” en medio del caos.