La ola de incendios que asola España se ha convertido en una nueva trinchera política, y la Comunidad de Madrid no es la excepción. El combate contra el fuego, una labor de vital importancia, se ha transformado en un campo de batalla dialéctico donde las formaciones políticas se acusan mutuamente de sacar rédito de la tragedia. En el centro de la controversia se encuentran las condiciones laborales de los bomberos, un tema que ha escalado hasta los foros políticos, especialmente durante los actos institucionales de la festividad de la Virgen de la Paloma.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha salido al paso de las críticas y ha defendido con vehemencia la situación de los bomberos en la región. Ayuso ha expresado su «sorpresa» por la huelga de bomberos forestales, argumentando que las condiciones de trabajo en Madrid «no son ni mucho menos las peores de España«.
En declaraciones a los medios durante la celebración de la Paloma, Ayuso se ha mostrado desconcertada por el hecho de que la protesta se produzca en la capital, «y no en otros lugares». La presidenta ha insistido en que su gobierno no es «competente en esta negociación laboral», citando un «documento de la Dirección General de Trabajo» que, según ella, respalda su postura. Además, ha apreciado una «motivación política detrás» de las quejas, y ha sugerido que «este no es el momento» para protestas, sino de «preguntar a las demás comunidades autónomas» en qué pueden ayudar, «especialmente en Castilla y León, Galicia y Extremadura».

SINDICATOS EN PIE DE GUERRA
La declaración de Ayuso ha coincidido con la decisión de los bomberos forestales de la Comunidad de Madrid de paralizar temporalmente la huelga que habían iniciado el pasado 15 de julio. Los representantes de los sindicatos UGT, FIRET y CGT, Rafael Fernández, Jesús Molina y Julio Chana, han comparecido ante los medios para anunciar la medida y lanzar un emplazamiento directo a las administraciones.
Los bomberos han solicitado una reunión «a tres» para mañana lunes, 18 de agosto, junto con la empresa pública Tragsa, dependiente del Gobierno central, y la Comunidad de Madrid, con el objetivo de negociar sus condiciones laborales y llegar a un acuerdo. A pesar de la buena voluntad mostrada, han criticado la «respuesta nula» por parte de las administraciones hasta el momento.
«Emplazamos al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y a su consejero Carlos Novillo a una reunión a tres junto con la empresa Tragsa», ha declarado Jesús Molina, presidente del Comité de Empresa por Firet. El representante sindical ha subrayado que los trabajadores quieren «llegar a un acuerdo» para poder «dar el mejor servicio» a los madrileños y ha instado a ambas administraciones a «trabajar al 100% igual que nosotros«.

MÁS MADRID DENUNCIA «ABSOLUTA PRECARIEDAD»
La principal fuerza de la oposición, Más Madrid, ha aprovechado la festividad para cargar duramente contra la gestión del gobierno regional. Pilar Sánchez, concejala de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital, ha acusado a Ayuso de tener a los bomberos «en una situación de absoluta precariedad» con un sueldo de 1.300 euros por «jugarse la vida».
Sánchez ha insistido en la necesidad de «admitir que el cambio climático es una realidad a la que hay que adaptarse» y ha pedido «medidas valientes que cuiden» los bosques. La edil ha criticado que, con el fin del verano, el «40% de la plantilla deja de trabajar», dejando el campo «sin cuidados y esa es la base de los incendios».
Las críticas no se han limitado al gobierno autonómico. Más Madrid también ha señalado al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y a la vicealcaldesa y responsable de Emergencias, Inma Sanz, por dejar a la capital «sin bomberos». Según Sánchez, la promesa de Almeida de incorporar 300 bomberos adicionales no se ha cumplido, ya que 1.287 efectivos están «esperando en su casa durante nueve meses porque (el regidor) ha sido incapaz de organizar los cursos de formación para que se puedan incorporar».

La concejala ha calificado esta situación como un «desastre», destacando que se trata de «bomberos que serían imprescindibles en este momento». Además, ha reprochado que no se convocaran oposiciones a encargados de conducción del Cuerpo municipal en el año 2022.
A pesar de las duras críticas, la edil ha aprovechado para felicitar a los bomberos de la capital en el día de su patrona, deseando a todos los madrileños «que pasen unas felices fiestas de La Paloma». De esta forma, el debate sobre la gestión de los incendios, las condiciones de los bomberos y la estrategia política ha empañado, una vez más, una de las celebraciones más importantes de la capital. La batalla por el control del relato político sobre la tragedia de los incendios continúa.