El yoga ha pasado de ser visto únicamente como una disciplina espiritual a convertirse en una herramienta con beneficios médicos comprobados. Cada vez más estudios señalan que esta práctica no solo ayuda a la relajación y la flexibilidad, sino que también puede tener un impacto directo en problemas de salud muy comunes, como el dolor lumbar crónico. Este malestar afecta a millones de personas en todo el mundo y limita la calidad de vida de quienes lo padecen, especialmente de aquellos que realizan trabajos físicos o permanecen largas horas sentados.
Durante años, la primera recomendación ante el dolor lumbar fue recurrir a fármacos como el paracetamol, los antiinflamatorios e incluso opioides. Sin embargo, la evidencia científica actual muestra que estas soluciones no siempre son efectivas y, en algunos casos, pueden llegar a agravar el problema debido a sus efectos secundarios. En ese escenario, el yoga surge como una alternativa accesible y segura que, según un estudio publicado en Annals of Internal Medicine, resulta tan eficaz como la fisioterapia para tratar el dolor de espalda.
3Un enfoque más accesible y sostenible

Otro aspecto que favorece al yoga frente a la fisioterapia es el coste, pues mientras las sesiones con un especialista pueden resultar caras y dependen en gran medida del tipo de seguro médico que se tenga, el yoga no requiere de prescripción y puede practicarse con menor inversión. Esta accesibilidad lo convierte en una opción viable para personas que, de otro modo, tendrían dificultades para acceder a tratamientos prolongados.
El impacto de este estudio va más allá de los resultados clínicos. Plantea un cambio cultural en la forma de abordar el dolor lumbar, de pasar de una dependencia de fármacos o tratamientos costosos a prácticas que ponen en el centro al paciente y su compromiso con la actividad física. En ese sentido, el yoga no solo se posiciona como un complemento a la medicina tradicional, sino también como una alternativa igual de eficaz y con beneficios que trascienden lo físico, mejorando la calidad de vida de quienes lo practican.