La primera vez que ves sangre saliendo de tu nariz sin aviso, el susto es inevitable. El sangrado nasal, o epistaxis, puede aparecer en medio de una comida, justo al levantarte de la cama o mientras ves la tele tranquilamente. Lo más importante es saber reaccionar sin dejarse llevar por los nervios, porque la mayoría de las veces no es grave, pero sí incómodo y alarmante. Aún hoy, hay gestos que hacemos de forma automática y que en realidad empeoran la situación.
Seguro que has escuchado a alguien decir que hay que echar la cabeza hacia atrás, o incluso taponar con papel y esperar. Estas prácticas, más populares que correctas, pueden ser contraproducentes y hacer que la sangre termine donde no debe. Lo curioso es que la solución es mucho más sencilla, pero pocos la conocen. El truco está en entender qué lo provoca y cómo actuar en los primeros segundos.
4CUÁNDO HAY QUE ACUDIR AL MÉDICO

Aunque la mayoría de sangrados se detienen solos, hay situaciones que requieren valoración profesional. Si la hemorragia dura más de 20 minutos o aparece tras un golpe fuerte, no hay que esperar. También si hay mareos, palidez extrema o antecedentes de problemas de coagulación.
Otro motivo de consulta es que la sangre salga por ambas fosas o que el sangrado sea muy abundante. En estos casos, podría tratarse de una hemorragia más profunda y el abordaje es distinto. A veces se necesita cauterizar el vaso afectado o, en raras ocasiones, colocar un taponamiento especial.