Este gesto que haces al hablar podría estar disparando tu estrés y no te das cuenta

El estrés es un enemigo silencioso que muchas veces se instala en la rutina diaria de las personas sin que ni siquiera lo noten. Aunque en ocasiones lo asociamos a problemas laborales, económicos o personales, también existen pequeños hábitos inconscientes que lo alimentan sin darnos cuenta. Uno de ellos se manifiesta incluso al hablar, un gesto tan común que pasa desapercibido, pero que podría estar disparando esa tensión que sentimos en el cuerpo y en la mente.

Expertos en psicología y comunicación no verbal señalan que, en medio de una conversación, algunos movimientos automáticos del rostro o las manos pueden activar respuestas físicas relacionadas con el estrés. El problema no radica en el gesto en sí, sino en la repetición constante que, con el tiempo, genera un estado de alerta innecesario para el organismo. Reconocer estas señales es el primer paso para reducirlas y recuperar una comunicación más relajada y consciente.

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Cómo identificarlo y tomar conciencia

Fuente: Pexels

El estrés, al estar tan ligado a lo inconsciente, requiere de observación para ser detectado. Muchas personas no se dan cuenta de que aprietan los labios o rechinan los dientes mientras hablan, sobre todo en situaciones de nerviosismo. Una buena forma de identificarlo es prestar atención a la sensación de rigidez en la cara o escuchar los comentarios de alguien cercano que lo note desde fuera.

La toma de conciencia es fundamental para empezar a cambiar el hábito. Una recomendación sencilla es detenerse unos segundos durante la conversación, respirar profundo y relajar los músculos del rostro. Estos pequeños ejercicios no solo ayudan a reducir el estrés, sino que también mejoran la claridad en la comunicación, ya que una expresión más distendida transmite calma y seguridad.

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