Este error al usar la inteligencia artificial marca la diferencia: ChatGPT, Gemini, Copilot y Perplexity no sirven para lo mismo

Desde que Apple desató la fiebre por la inteligencia artificial en 2011 con el lanzamiento de Siri, un asistente que para el momento cumplía los estándares, pero comparado con la actualidad, resulta ser una herramienta básica. Sin embargo, un poco más de una década después gigantes como Google, Microsoft y Open IA sacudieron la industria tecnológica al lanzar al público sus modelos de inteligencia artificial que se coronan como un imprescindible para realizar tanto tareas comunes como más detalladas.

No obstante, es importante considerar que no todos los modelos de inteligencia artificial que existen en la actualidad sirven para lo mismo. Con esto me refiero a que cada IA cumple con una función específica, por lo que si has estado usando estas herramientas sin distinguir sus características y para qué sirven cada una, déjame decirte que estás perdiendo el tiempo. Por eso, hoy te traigo una guía donde podrás conocer las diferencias entre ChatGPT, Gemini, Copilot y Perplexity para mejorar tu experiencia con el uso de la inteligencia artificial.

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LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL NO ES DE ESTE SIGLO

La inteligencia artificial no es de este siglo
Fuente: Pexels

Antes de entender las múltiples funciones que puedes explorar con el uso de ChatGPT, Gemini, Copilot y Perplexity, es clave conocer que el término de la inteligencia artificial es algo que no data de los años 2000. Resulta que todo comenzó justamente en el año 1943, cuando los científicos visionarios Warren McCulloch y Walter Pitts sorprenden a los estudiosos de la época con un modelo revolucionario de neuronas artificiales.

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Por lo que se podrían considerar que estos científicos son las mentes maestras detrás de la creación de la IA. Luego de esto surge el test de Turing en 1950, un juego de preguntas y respuestas donde un interrogador humano intenta diferenciar entre una persona real y una máquina. De esta forma se pudo evidenciar que la inteligencia artificial podía pensar como un humano. Después, en el año 1956 durante la Conferencia de Dartmouth, organizada por John McCarthy, Marvin Minsky, Claude Shannon y Nathaniel Rochester, donde se le acuñó formalmente el nombre de inteligencia artificial. Y hasta la actualidad la IA ha experimentado un crecimiento exponencial.

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