La llamada que nadie quiere recibir suele llegar de un número desconocido, a menudo con un prefijo extranjero que te hiela la sangre durante un instante. Al otro lado, una voz angustiada que dice ser un familiar —un hijo, un sobrino— te cuenta entre sollozos una historia terrible sobre un problema en el aeropuerto. Es un primer contacto telefónico diseñado para romper tus esqueras, para que el miedo te impida ver la realidad que se esconde detrás.
¿Y si esa voz no fuera real? Imagina que todo forma parte de un guion perfectamente medido para robarte. No es una película de suspense, es una estafa telefónica cada vez más común y muy real, y por eso la Guardia Civil alerta sobre una oleada de engaños bien orquestados que explotan nuestro instinto más básico: el de proteger a los nuestros. Sigue leyendo y descubre cómo funciona este timo para que no te conviertas en la próxima víctima.
¿UN NÚMERO DESCONOCIDO? LA URGENCIA ES LA PRIMERA SEÑAL DE ALARMA
Todo arranca con el sonido del teléfono y un número que no tienes en tu agenda, normalmente internacional. La comunicación urgente que recibes está cargada de pánico desde la primera palabra, sin darte apenas tiempo para procesar quién te habla o desde dónde, y es en ese momento cuando el cerebro entra en modo alerta al reconocer una amenaza potencial. Juegan con el factor sorpresa para anular tu capacidad de reacción y sembrar la primera semilla de la duda.
La mente humana necesita tiempo para analizar una situación, pero ellos no te lo dan. Este telefonazo imprevisto se apoya en una máxima de la manipulación: a mayor urgencia, menor racionalidad. Por eso, la estafa se basa en cortocircuitar nuestro pensamiento lógico, creando un escenario de crisis inminente donde cada segundo cuenta. La prisa que te imponen no es casual, es la herramienta principal para que no te detengas a pensar en los detalles que no cuadran.
EL TEATRO DE LA DESESPERACIÓN: ASÍ CONSTRUYEN LA MENTIRA
El estafador al otro lado de la línea es un actor consumado en el arte del engaño telefónico. Su interpretación de un familiar desesperado es tan convincente que te arrastra a su historia: ha perdido la maleta, le han retenido en la aduana y necesita dinero urgentemente para pagar una multa. Para que no dudes de él, construyen una narrativa ficticia que apela directamente a tus emociones, utilizando datos genéricos que podrían encajar con cualquier persona.
Para rematar la faena y dar una capa de falsa oficialidad, a menudo interviene un cómplice. De repente, la voz angustiada le pasa el teléfono a una supuesta autoridad, como un agente de aduanas o un policía, que te explica con tono severo la gravedad del asunto. Con esta suplantación de identidad, la intervención de una supuesta autoridad busca dar credibilidad al relato y aumentar la presión para que actúes sin pensar.
LA PRESIÓN PSICOLÓGICA, SU MEJOR ARMA PARA ANULARTE
Una de las instrucciones más repetidas por los timadores es que no cuelgues bajo ningún concepto. Este chantaje emocional busca aislarte del mundo exterior, para que no puedas llamar a otro familiar y confirmar la historia. Al mantener la línea ocupada, te impiden contrastar la información con otros familiares y te sumergen en una burbuja de estrés donde ellos tienen el control total de la situación. Es una táctica de secuestro psicológico a distancia.
La tensión alcanza su punto álgido cuando exigen el pago, que siempre debe ser inmediato. Te pedirán una transferencia inmediata a una cuenta desconocida o a través de plataformas de envío de dinero difíciles de rastrear, insistiendo en que es la única solución. La clave de esta llamada es que la exigencia de un pago rápido evita que puedas detectar las fisuras del engaño, aprovechando el pánico que ellos mismos han generado para nublar tu juicio.
DEL OTRO LADO DEL TELÉFONO: ¿QUIÉNES SON ESTOS ESTAFADORES?
Aunque parezca la obra de un oportunista, la realidad es que esta ciberdelincuencia organizada suele operar desde el extranjero. Utilizan información que recopilan de perfiles públicos en redes sociales para dar pequeños detalles que hagan la historia más creíble. No son aficionados, sino que son grupos criminales especializados en ingeniería social que estudian a sus víctimas y saben perfectamente qué botones emocionales tocar para conseguir su objetivo.
La naturaleza de este fraude transnacional complica enormemente su persecución. Cuando se realiza el pago, el dinero se mueve rápidamente a través de diferentes cuentas en distintos países, haciendo casi imposible seguirle la pista. Tras esa llamada, el rastro del dinero se pierde a través de fronteras y criptomonedas, lo que garantiza una alta impunidad para estas redes criminales que se lucran con el miedo ajeno.
CÓMO PROTEGERTE: LA PREVENCIÓN ES LA ÚNICA SALIDA
Si recibes una llamada de este tipo, solo hay una forma correcta de actuar: mantener la calma y dudar. Ante la más mínima sospecha, cuelga inmediatamente sin dar explicaciones y, a continuación, intenta contactar con tu familiar a través de su número de siempre para verificar la información. Aunque la angustia te domine, la mejor herramienta que tenemos es la calma y la desconfianza inicial, porque ninguna urgencia real se soluciona con una transferencia a un desconocido.
El poder de este timo reside en el desconocimiento, y por eso la concienciación familiar es fundamental. Habla de esta estafa con tus padres, tíos y abuelos, que suelen ser los objetivos más vulnerables por su buena fe. Al final, la mejor defensa no es la tecnología, sino la prevención y el conocimiento. Porque una vez que conoces el truco, la magia desaparece, y compartir esta información es la barrera más eficaz contra el engaño.
