En estos tiempos de cambios rápidos y decisiones de peso, elegir cómo moverse, además de ser una cuestión de comodidad, también lo es de estrategia. Con la inflación haciendo de las suyas, las normativas medioambientales endureciéndose y los coches disparando su precio, cada vez más personas, y empresas, se plantean seriamente si merece la pena seguir comprando vehículos. El renting aparece para dar solución a este dilema como una alternativa flexible, sin sorpresas ni sobresaltos.
Se trata de tener coche, moto o furgoneta y, también, de libertad. Y el renting lo permite, ya que puedes moverte sin preocuparte de lo que pasa bajo el capó ni de cuánto te va a costar la próxima avería. Una sola cuota mensual y listo, adiós a los desembolsos importantes para la entrada, a los seguros, al mantenimiento, y al papeleo.
Cómo se adapta el renting a cada tipo de conductor
Empecemos por los particulares. Para quien no quiere o no puede hacer un gran desembolso inicial, el renting es casi un salvavidas. Pagas mes a mes, sabes exactamente lo que te va a costar, y te olvidas de las letras, los impuestos o la revisión de los 60.000. Y, lo mejor, cada pocos años, si quieres, cambias de coche sin dramas ni pérdidas.
Los autónomos, por su parte, tienen mucho que ganar. Además de las ventajas operativas, ya que es posible cambiar de automóvil si el negocio lo exige, pueden deducirse el IVA y parte del gasto en su declaración, siempre que el vehículo esté vinculado a su actividad. Y eso, cuando cada euro cuenta, es un enorme alivio a la presión fiscal habitual. También se ahorran tiempo en gestiones, porque todo, absolutamente todo, lo gestiona la empresa de renting.
En el caso de las empresas, el renting ya no es una tendencia, es casi una norma. Mantener flotas actualizadas sin inmovilizar capital es un movimiento inteligente, más aún cuando ese capital se puede reinvertir en crecimiento, en innovación o en personas. Algunas incluso lo utilizan como incentivo al ofrecer vehículos en renting a sus empleados como parte de sus condiciones laborales.
Para facilitar las cosas, aumentan las plataformas que como retingfinders.com, líder del sector, hacen el trabajo duro por ti. Comparan las mejores opciones del mercado, filtran por tipo de cliente, modelo, kilometraje, combustible… y te presentan solo lo que de verdad te encaja. En cuestión de minutos puedes ver lo que antes requería días de llamadas, visitas y negociaciones.
Ventajas fiscales, ayudas públicas y ahorro real
La parte económica del renting en el caso de los autónomos y empresas es notable. Si el vehículo se usa para el trabajo, se puede deducir tanto el gasto mensual como el IVA. Legal, claro y, sobre todo, rentable.
En relación a la cuestión medioambiental, cada vez más conductores quieren o necesitan un vehículo eléctrico o híbrido, ya sea por conciencia o por obligación (zonas de bajas emisiones, etiquetas, acceso restringido al centro…). El renting permite tener uno sin asumir todo el coste de entrada. Y si aprovechas planes como el MOVES III, aún mejor. Las empresas de renting suelen aplicarte la ayuda directamente, sin que tengas que mover un solo papel.
¿Otro punto fuerte? Saber cuánto vas a pagar, sin sorpresas. La cuota incluye el seguro, las revisiones, los neumáticos, la asistencia… incluso la ITV, es decir, no hay sustos y con tantos imprevistos en otros ámbitos, se agradece.
Por último, cabe destacar que con un coche de renting no te quedarás atrás ante los cambios normativos. Si mañana deciden restringir los coches contaminantes en tu ciudad, tú ya vas un paso por delante.
Cuándo conviene más contratar un renting
Aunque muchos se lo preguntan, no hay una única fecha ideal para contratar renting. Es cierto que a finales de trimestre o de año suelen salir buenas ofertas porque las empresas intentan cerrar objetivos. También es buen momento cuando se presentan nuevos modelos y las marcas quieren mover stock.
Pero la realidad es que, viendo cómo está el mercado, cualquier momento es bueno si encuentras la oferta adecuada. El renting, además, te permite cambiar de vehículo sin penalizaciones, sin sorpresas y con libertad.
No hay que olvidar que la oferta es amplia y cada vez más personalizada gracias a contratos que van desde 12 meses, hasta vehículos de segunda mano con precios muy ajustados, pasando por el renting flexible, y por opciones para jóvenes conductores o coches de alta gama. El renting ya no es solo cosa de empresas grandes o ejecutivos, está al alcance de cualquiera que quiera conducir con cabeza.
Hoy, más que nunca, el renting es una forma de adaptarse al presente y prepararse para lo que viene. Tanto si conduces por necesidad como por placer, tanto si lo haces por trabajo como por ocio, esta fórmula tiene mucho que ofrecer.
Y lo mejor es que ya no hace falta ser un experto para tomar una buena decisión. Con herramientas como retingfinders.com, comparar ofertas, ajustar condiciones y contratar online es más fácil que nunca. En cuestión de minutos, puedes tener un coche nuevo sin mover más que el dedo sobre la pantalla.