La denuncia de fraude en el fichaje de Mastantuono destapa la crisis económica en LaLiga

El presidente de CENAFE sostiene que "con el contrato y la suma de traspaso pagado, el jugador pertenece al primer equipo, no al filial" y que su inscripción con el dorsal 30, a pesar de que "será utilizada exclusivamente con el primer equipo, va en contra del espíritu del artículo 125".

El fichaje del joven futbolista argentino Franco Mastantuono por el Real Madrid ha encendido la mecha de una grave controversia en el fútbol español. El entrenador nacional Miguel Ángel Galán, presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores de Fútbol (CENAFE), ha presentado una denuncia formal contra la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y el Juez Único de Competiciones Profesionales, José Alberto Peláez. Galán argumenta que la inscripción de Mastantuono con ficha del equipo filial, el Real Madrid Castilla, constituye un «presunto fraude de ley» que podría llevar a una sanción por alineación indebida.

En su escrito, Galán detalla que el club blanco ha inscrito a la joven promesa con la ficha del filial , una maniobra que, según él, permite al Real Madrid «dejar una ficha libre para posibles traspasos que puedan efectuarse durante lo que resta del mercado. Sin embargo, Galán advierte que esta estrategia «contraviene el espíritu de la normativa de la RFEF», específicamente el artículo 125 del Reglamento General. Este artículo, subraya, establece que «la relación de filialidad o dependencia no podrá servir de instrumento para eludir el espíritu de las disposiciones reglamentarias ni para cualquiera finalidad distinta a la que es propia y específica de aquella clase de situaciones». El texto añade que «todo eventual pacto que contravenga este espíritu se considera como interpretación en fraude a la Ley y, por tanto, radicalmente nulo y por no puesto».

El presidente de CENAFE sostiene que «con el contrato y la suma de traspaso pagado, el jugador pertenece al primer equipo, no al filial» y que su inscripción con el dorsal 30, a pesar de que «será utilizada exclusivamente con el primer equipo, va en contra del espíritu del artículo 125». Por ello, Galán advierte que si el Real Madrid alinea al jugador con su ficha del filial, podría cometer una «infracción de alineación indebida contemplada en el artículo 248 del Reglamento General de la RFEF».

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Franco Mastantuono, jugador del Real Madrid (Fuente: Real Madrid)

PROBLEMA ENDÉMICO DEL FÚTBOL PROFESIONAL

La denuncia de Galán no se limita a un caso aislado. El escrito de CENAFE expone que la situación de Mastantuono es «una práctica extendida y recurrente en LaLiga». La inscripción de futbolistas del primer equipo con fichas de filiales ha pasado a ser una estrategia administrativa común para «sortear las normativas de inscripción y los límites salariales impuestos por el Fair Play Financiero».

Galán califica este procedimiento como un «fraude de ley» que permite a los clubes mantener fichas profesionales disponibles para su primer equipo, al mismo tiempo que integran a jugadores que, por su talento, están destinados a formar parte de la plantilla principal. Esta dinámica, según el escrito, «contraviene el espíritu y, en muchos casos, la letra de los reglamentos federativos, generando una situación de irregularidad administrativa».

La denuncia de Galán documenta una serie de casos similares ocurridos en las temporadas recientes. En la temporada 2023/24, se mencionan ejemplos como Chadi Riad y Sergi Altimira del Real Betis Balompié, Lucien Agoumé y Hannibal Mejbri del Sevilla F.C., y Robert Navarro y Lucas Pires del Cádiz C.F.. Otros casos notables incluyen a Julián Araujo (UD Las Palmas), Luka Romero (UD Almería), Álvaro Carreras (Granada C.F.) y Sergio Camello (Rayo Vallecano), quien fue inscrito con ficha del Rayo C.

La práctica se ha repetido en la temporada 2024/25 con la inscripción de jugadores como Fábio Silva y Dário Essugo en Las Palmas, o el mismo Robert Navarro, esta vez en el RCD Mallorca. A estos se sumaron Pelayo Fernández (Rayo Vallecano), Germán Valera (Valencia C.F.), Naci Ünüvar (R.C.D. Espanyol), Gabriel Misehouy (Girona F.C.) y Adam Aznou (Real Valladolid).

Según el informe, la «manifiesta irregularidad de esta práctica» no ha derivado en ninguna sanción «debido a la ausencia de denuncias formales». Esta pasividad ha contribuido a la «normalización» de lo que se ha convertido en una «herramienta habitual de gestión de plantillas». Los clubes justifican esta estrategia como una forma de cumplir con los estrictos límites de gasto y las normativas financieras de la liga, aunque «el procedimiento en sí mismo incurre en un fraude de ley».

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Miguel Galán, presidente de CENAFE (Fuente: CENAFE)

PROPUESTA DE REFORMA

Ante esta situación, Galán ha solicitado una «intervención inmediata y de oficio» a las autoridades deportivas , instándolas a actuar por «iniciativa propia». Es «imperativo que se revise esta práctica antes de la próxima jornada para asegurar la integridad de los resultados y la legalidad de las alineaciones». Galán pide que esta investigación se extienda a «el resto de clubes y jugadores que han recurrido a este procedimiento fraudulento, con el fin de restablecer la legalidad y evitar que este tipo de prácticas se normalice en el futuro».

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Además de la denuncia, el presidente de CENAFE ha presentado propuestas para reformar el sistema de filiales en el fútbol español. Galán considera que la presencia de filiales en competiciones con clubes no profesionales «crea una evidente adulteración de la competición». La desigualdad, argumenta, no se limita al plano deportivo, sino que «se extiende a lo económico y logístico, rompiendo el principio de igualdad de oportunidades».

Por ello, propone la creación de un sistema de ligas exclusivas para filiales, estructuradas en Primera, Segunda y Tercera División. Este modelo, similar al de la Premier League, permitiría a los clubes de cantera «competir entre sí en un entorno de reglas comunes», mientras que los equipos modestos de las categorías inferiores «podrían desarrollarse en un ecosistema de verdadera paridad».

Como medida complementaria, Galán solicita la modificación del artículo 125 del Reglamento General de la RFEF para endurecer las normas y «acabar con el fraude de ley recurrente». Propone una nueva condición: para que un jugador filial pueda ser alineado con el primer equipo, deberá haber «disputado al menos cinco partidos oficiales con el equipo filial o dependiente en la temporada en curso». Esta «medida de mínima participación obligatoria pondría fin a la práctica de inscribir directamente a jugadores del primer equipo con fichas de filiales».

El escrito concluye con un ruego a las autoridades de la RFEF para que presenten estas propuestas ante la Comisión Delegada y la Asamblea General , con la esperanza de que las reformas contribuyan a un fútbol «más justo, transparente y equitativo para todos». Unos hechos que muestran la crisis económica que atraviesa LaLiga.

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