Haz esto antes de comer y tu digestión y tu mente lo agradecerán

La digestión no es solo un proceso biológico que ocurre de manera automática después de comer; es uno de los pilares fundamentales de la salud general. Cuando funciona bien, aporta energía, ligereza y concentración, pero cuando se ve alterada aparecen problemas como pesadez, somnolencia e incluso dificultad para pensar con claridad. Por eso, cada vez más especialistas insisten en que los hábitos previos a la comida influyen tanto como los propios alimentos que se eligen.

En la vida acelerada de hoy, muchas personas se sientan a la mesa sin haber preparado al cuerpo ni a la mente para recibir los alimentos. Sin embargo, introducir rutinas simples antes de cada comida puede marcar una diferencia notable en cómo se desarrolla la digestión y también en el estado anímico. No se trata de complicarse con rituales extensos, sino de pequeños gestos que preparan al organismo para aprovechar mejor los nutrientes y, al mismo tiempo, aportan calma mental.

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La digestión empieza antes del primer bocado

Fuente: Pexels

La digestión comienza mucho antes de llevarse un alimento a la boca. Algo tan básico como tomarse unos segundos para respirar profundamente puede activar el sistema parasimpático, conocido como el encargado de la “respuesta de descanso y digestión”. Esta señal le indica al cuerpo que es momento de bajar revoluciones, lo que favorece tanto la producción de saliva como la preparación del estómago para recibir la comida.

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Otro aspecto importante es la hidratación, por eso, beber un vaso de agua templada unos minutos antes de comer es muy bueno, ya que ayuda a lubricar el tracto digestivo y facilita que los nutrientes se absorban de forma más eficiente. No se trata de beber grandes cantidades que diluyan los jugos gástricos, sino de aportar la cantidad justa para que la digestión arranque en un terreno favorable.

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