Las quesadillas de jamón y queso se han ganado un lugar en la mesa de quienes buscan un bocado rápido, sabroso y reconfortante. Crujientes por fuera y con un relleno suave y derretido en su interior, este plato sencillo demuestra que la cocina casera no necesita ser complicada para sorprender. Su secreto está en pequeños detalles que hacen toda la diferencia, como la elección del queso adecuado, el jamón de buena calidad y, sobre todo, la técnica al momento de cocinarlas.
Más allá de su sencillez, las quesadillas de jamón y queso representan ese tipo de receta que se adapta a cualquier momento. Pueden ser el desayuno perfecto, una cena ligera o incluso una opción práctica para compartir en reuniones informales. Lo interesante es que, con algunos trucos, se logra ese equilibrio perfecto entre el crujido de la tortilla y la cremosidad del relleno, lo que convierte este plato en mucho más que una simple combinación de ingredientes.
2Preparación paso a paso de este sencillo plato

Lograr que las quesadillas de jamón y queso te queden crujientes y cremosas al mismo tiempo depende de la técnica que uses. Primero, debes colocar la tortilla en una sartén caliente con una ligera capa de mantequilla. Luego, procede a añadir una capa generosa de queso, seguida de lonchas de jamón bien distribuidas, y cubre nuevamente con queso antes de doblar la tortilla. Este orden te asegurará que el relleno quede bien sellado y se funda de manera uniforme.
Después de esto, ya es hora de pasar a la cocción, la cual debe ser a fuego medio, y se debe dejar que la tortilla se dore lentamente hasta alcanzar un tono dorado y crujiente, mientras el queso se derrite sin quemarse. Es importante que intentes apresurar el proceso, pues la paciencia garantiza que el interior quede suave y el exterior con la textura exacta. Una vez listas, ya solo debes cortarlas en triángulos y servirlas calientes, cuando el relleno aún conserva toda su cremosidad.