Manuel Fernández (33), economista: «Dedúcete estos 3 gastos del alquiler y Hacienda te devolverá hasta 1.500€»

El alquiler esconde un tesoro fiscal que la mayoría de inquilinos desconoce. Descubre los tres gastos inesperados que puedes incluir en tu declaración.

La cita anual con Hacienda genera siempre un cosquilleo en el estómago, una mezcla de obligación y temor a que el resultado de la declaración de la renta no sea el esperado. Cada primavera, millones de españoles se sientan frente al ordenador con la sensación de estar jugando una partida en la que la banca siempre gana. Lo que pocos saben es que, en esa misma partida, muchos contribuyentes pierden cientos de euros por no conocer las deducciones autonómicas y se conforman con un resultado que podría ser mucho mejor. ¿Y si la clave estuviera en tu propio contrato de alquiler?

Pero ¿qué pasaría si te dijera que hay una forma de darle la vuelta a esa sensación y convertirla en una oportunidad? Existe una vía para que el fisco te devuelva un dinero que ya es tuyo, y está oculta a plena vista para la mayoría de inquilinos. Según el economista Manuel Fernández, un joven experto en fiscalidad, ha desvelado tres gastos del alquiler que son completamente deducibles y que la mayoría de los españoles pasan por alto. Presta atención, porque este año tu declaración podría tener un final mucho más feliz de lo que imaginas.

¿EL ALQUILER? SÍ, PERO NO COMO TE IMAGINAS

La deducción estatal desapareció, pero el verdadero ahorro se esconde en las normativas de tu propia comunidad autónoma.
La deducción estatal desapareció, pero el verdadero ahorro se esconde en las normativas de tu propia comunidad autónoma. Fuente Pexels.

Mucha gente todavía recuerda con nostalgia la antigua deducción estatal por alquiler, eliminada en 2015, y asume erróneamente que ya no hay nada que rascar. Sin embargo, el verdadero campo de juego está ahora en las comunidades autónomas, que son las que tienen la competencia en esta materia. La tributación de los alquileres ha cambiado, y el desconocimiento de la normativa regional provoca que miles de personas dejen de aplicarse beneficios a los que tienen pleno derecho. Por eso, antes de dar por perdido el partido contra Hacienda, es fundamental mirar más allá del marco general.

Publicidad

El objetivo de estas ayudas fiscales es, por lo general, facilitar el acceso a la vivienda a colectivos específicos, como los jóvenes menores de 35 años o las familias con rentas más ajustadas. Cada comunidad establece sus propios límites de edad, ingresos y porcentajes de deducción en el IRPF, creando un mapa fiscal complejo pero lleno de oportunidades. Por tanto, el primer paso no es abrir el borrador, sino consultar la normativa específica de la comunidad autónoma donde resides, ya que ahí reside el secreto para empezar a ahorrar de verdad.

LA LETRA PEQUEÑA QUE NADIE MIRA (Y TE CUESTA DINERO)

Para poder beneficiarte, no basta con vivir de alquiler; hay que cumplir una serie de requisitos formales que la Agencia Tributaria revisa con lupa y que son absolutamente cruciales. El más importante es tener un contrato de alquiler legal y por escrito, además de poder justificar los pagos mensuales, preferiblemente mediante transferencia bancaria. Pero el detalle que a menudo se olvida y que es un filtro indispensable es asegurarse de que el casero haya depositado la fianza en el organismo oficial correspondiente de la comunidad autónoma.

Además de los papeles en regla, las normativas autonómicas suelen establecer condiciones personales muy claras que actúan como barrera de entrada. Lo más común es que existan límites máximos en la base imponible del contribuyente para poder acceder a la deducción, así como un requisito de edad. Si no cumples estas dos condiciones, la puerta se cierra. La administración fiscal utiliza estos criterios para focalizar la ayuda, por lo que es vital verificar si tus ingresos y tu edad encajan en los supuestos que contempla la ley antes de que Hacienda te deniegue el beneficio.

LOS 3 GASTOS ESTRELLA QUE SE LE ESCAPAN A TODO EL MUNDO

Aquí está la clave para maximizar tu devolución: gastos que pagaste y que, probablemente, no sabías que contaban.
Aquí está la clave para maximizar tu devolución: gastos que pagaste y que, probablemente, no sabías que contaban. Fuente Pexels.

El primer gran olvidado, según Fernández, son los gastos de formalización del contrato. Cuando entras a vivir en un piso a través de una inmobiliaria, es muy habitual pagar una mensualidad en concepto de honorarios de la agencia. Pues bien, ese desembolso inicial, que puede suponer un pellizco importante, es deducible en muchas comunidades. Para que Hacienda lo acepte, es imprescindible guardar la factura que emite la inmobiliaria como oro en paño, ya que será el justificante que te permitirá incluir esa cantidad en la base de la deducción.

El segundo y tercer gasto son aún más sorprendentes. Algunas normativas autonómicas permiten deducir los gastos de reparaciones menores que, por contrato, asume el inquilino. Hablamos de arreglos como la persiana que no sube o un grifo que gotea, siempre que exista una cláusula que lo especifique. Y, por último, el seguro de hogar. Si como inquilino has contratado una póliza para proteger tus bienes, la prima anual de ese seguro puede sumarse a la base de la deducción del alquiler, algo que el 99 % de los contribuyentes desconoce y que Hacienda no te recordará.

¿Y SI MI CASERO NO DECLARA EL ALQUILER? EL MIEDO QUE TE BLOQUEA

Es la pregunta del millón, la que paraliza a muchos inquilinos a la hora de aplicar la deducción: ¿qué pasa si mi casero no declara los ingresos del alquiler al fisco? El miedo a una inspección o a represalias por parte del propietario hace que muchos prefieran no moverse. Sin embargo, es fundamental entender que las obligaciones de uno y otro son independientes. Tu derecho a deducir no depende de que tu casero cumpla con sus deberes; la ley protege al inquilino que cumple con todos los requisitos formales y Hacienda no puede negarte la deducción por un incumplimiento de un tercero.

Publicidad

De hecho, si tú aplicas la deducción correctamente, lo más probable es que la AEAT cruce los datos y detecte que el propietario no está declarando esos ingresos, iniciando una inspección contra él, no contra ti. El riesgo, por tanto, recae íntegramente sobre el arrendador, que se expone a una sanción importante. Como inquilino, tu única responsabilidad es tener tu contrato, justificantes de pago y el resguardo del depósito de la fianza, porque con eso tu posición ante Hacienda es intachable y completamente segura.

MANUAL DE SUPERVIVENCIA PARA TU BORRADOR

No te asustes ante las casillas y los números; aplicar estas deducciones es más sencillo de lo que parece si sabes dónde mirar.
No te asustes ante las casillas y los números; aplicar estas deducciones es más sencillo de lo que parece si sabes dónde mirar. Fuente Pexels.

Una vez tienes claro que cumples los requisitos y has recopilado todos los justificantes de los gastos, llega el momento de la verdad: incluirlo en la declaración. Dentro del programa Renta Web, debes buscar el apartado de deducciones autonómicas y localizar la casilla correspondiente al alquiler de vivienda habitual. No es un proceso automático; Hacienda no lo incluye por defecto en el borrador. Por ello, es responsabilidad tuya rellenar manualmente las casillas con el NIF del arrendador y las cantidades abonadas, tanto de la renta como de los gastos adicionales.

Al final, este proceso no va de buscar trucos para pagar menos impuestos, sino de ejercer un derecho que te corresponde como ciudadano. Rendir cuentas cada año es una obligación, pero también lo es hacerlo de forma justa, sin dejarte por el camino un dinero que puede suponer un alivio considerable para tu economía familiar. La próxima vez que te enfrentes a Hacienda, recuerda que la información es poder. Revisar, preguntar y no conformarse es el primer paso para que esa cita anual con Hacienda termine, por fin, con una sonrisa y una buena noticia en tu cuenta bancaria.

Publicidad
Publicidad