El perol cordobés es mucho más que un plato tradicional, es un símbolo de convivencia, una receta que ha acompañado durante generaciones a las familias y cuadrillas de amigos en Córdoba. Cocinado al aire libre, en grandes cazuelas, este guiso mezcla carnes, arroz y verduras en una combinación que resume la riqueza de la gastronomía andaluza y que todavía hoy sigue despertando el mismo entusiasmo en quienes lo disfrutan.
Lejos de ser un plato reservado a festividades, el perol cordobés se disfruta tanto en celebraciones populares como en encuentros informales, convirtiéndose en la excusa perfecta para reunir a la gente alrededor del fuego. Su preparación, que incluye carne de cerdo, pollo y conejo, lo convierte en un manjar completo y contundente, ideal para compartir en cualquier época del año. Se trata de un guiso que no solo alimenta el cuerpo, sino también la tradición y el espíritu de comunidad que define a la tierra cordobesa.
1Ingredientes para un perol cordobés perfecto

Para preparar un auténtico perol cordobés vas a necesitar ingredientes sencillos, pero que estén en perfecta armonía. La base cárnica se compone de carne de cerdo, pollo y conejo, aportando cada una de ellas un matiz distinto al sabor final, y sumando una riqueza que hace de este guiso algo tan especial. Además, debes usar también arroz que actúa como eje central de la receta, absorbiendo todos los jugos y aromas de las carnes y del sofrito de verduras que lo acompaña desde el inicio.
A esto necesitarás sumar pimientos verdes y rojos, tomates maduros, cebolla y ajo, para que te ayuden a aportarle frescura, color y un punto de dulzor natural al guiso. También es imprescindible que cuentes con aceite de oliva virgen extra, pimentón, laurel, pimienta y sal, además de un buen caldo casero que te ayude realzar la potencia del plato. El secreto estará en la calidad de cada producto, porque en un perol cordobés todo cuenta y cada detalle termina marcando la diferencia en el resultado final.