Visitar Calpe se ha convertido en el secreto a voces de quienes buscan un paraíso sin tener que vaciar la cartera. La idea de unas vacaciones de ensueño resuena con fuerza, y es que este rincón de la Costa Blanca ofrece una alternativa real a precios desorbitados sin sacrificar un ápice de calidad. ¿Imaginas un lugar así, tan cerca y tan accesible? La respuesta podría sorprenderte más de lo que crees.
La magia se multiplica cuando el calendario avanza un poco. El final del verano trae consigo una oportunidad única, ya que septiembre transforma este destino mediterráneo en un chollo accesible para todos los bolsillos con descuentos que parecen irreales. Es la jugada maestra para exprimir los últimos rayos de sol, pero con una tranquilidad y unos precios que en agosto son pura ciencia ficción. Sigue leyendo, que esto se pone interesante.
MÁS ALLÁ DEL PRECIO: UN PARAÍSO A TU ALCANCE
Su imponente presencia domina cada rincón y redefine el horizonte. Pero más allá de una simple foto para enmarcar, el Peñón de Ifach es el alma de la villa alicantina y un faro natural que guía a locales y visitantes. Es imposible no sentirse pequeño y a la vez afortunado ante este gigante de piedra que se adentra en el mar, un espectáculo que nunca cansa.
Las playas urbanas son su gran reclamo popular. Y no es para menos, porque en este pueblo marinero las banderas azules ondean en arenales como La Fossa o el Arenal-Bol, garantizando aguas limpias y servicios de primera. Son el escenario perfecto para desconectar del mundo, con la silueta del Peñón siempre vigilante, recordándote dónde estás.
¿QUÉ ESCONDE EL SABOR DE SUS ARROCES Y PESCADOS?
El corazón culinario late con fuerza en su puerto pesquero. Cada tarde, la subasta de pescado se convierte en un espectáculo que abastece a los mejores restaurantes de la zona con un producto cuya frescura es innegociable. Ver llegar los barcos cargados es entender por qué todo sabe diferente aquí, por qué todo sabe a verdad.
Sentarse a la mesa es el momento cumbre. Aquí, probar una auténtica «llauna de Calpe» o un «arròs del senyoret» es conectar con la tradición marinera de este viaje a la sombra del Peñón. No es solo comer, es participar en un ritual que ha pasado de generación en generación y que ahora llega a tu plato.
CALPE: UN PASEO POR LA HISTORIA QUE NO ESPERABAS ENCONTRAR
Perderse por su casco antiguo es una delicia totalmente inesperada. Sus callejuelas empedradas y fachadas de colores te guían, mientras que el «Forat de la Mar» te transporta a su pasado como fortaleza amurallada contra los piratas que acechaban la costa. Cada rincón es una foto, cada plaza un pequeño tesoro por descubrir.
La historia se respira también junto al mar. Y es que los Baños de la Reina son unos viveros romanos perfectamente conservados que demuestran la importancia estratégica que tuvo este lugar hace ya varios siglos. Es fascinante poder tocar con las manos los vestigios de un imperio mientras las olas del Mediterráneo rompen a escasos metros.
SEPTIEMBRE, ¿EL MES SECRETO PARA DESCUBRIRLO TODO?
El calor sofocante del verano da por fin una tregua y las multitudes desaparecen como por arte de magia. Este es el momento ideal, porque la temperatura del agua sigue siendo perfecta y las playas se disfrutan sin agobios, ofreciendo una escapada a la Marina Alta mucho más relajada y placentera. Es el lujo del espacio y la calma.
Aquí viene la clave que todos comentan en voz baja. Con el fin de la temporada alta, los precios de los alojamientos en Calpe pueden caer hasta un 50 %, convirtiendo esa suite con vistas al mar en algo sorprendentemente asequible. Es la recompensa para los que saben esperar y eligen viajar con inteligencia.
LA EXPERIENCIA COMPLETA: ACTIVIDADES QUE TE CAMBIARÁN LA PERSPECTIVA
Atreverse a subir el Peñón de Ifach es un reto con una recompensa inolvidable. Tras una caminata exigente a través de su túnel excavado, las vistas panorámicas de toda la costa desde la cima son una experiencia transformadora que justifica cada gota de sudor. Desde allí arriba entiendes la verdadera dimensión de esta joya alicantina.
Pero la perspectiva también cambia radicalmente desde el agua. Una excursión en barco o practicar pádel surf te permite redescubrir la imponente silueta del peñón, demostrando que unas vacaciones en la provincia de Alicante pueden ser tan activas como relajantes y que Calpe siempre tiene un as bajo la manga para volver a enamorarte.
