España es un país lleno de historia, tradiciones y símbolos que la han convertido en una de las naciones más reconocidas del mundo. Sin embargo, pocas personas se han detenido a pensar de dónde viene realmente su nombre. La mayoría da por sentado que se trata de un término propio, nacido de la cultura de quienes la habitaron, pero la realidad es muy distinta y bastante llamativa, porque su raíz se encuentra mucho más atrás en el tiempo.
Los historiadores y lingüistas coinciden en que el nombre de España tiene un origen que no proviene directamente de los españoles. Más bien, está ligado a los pueblos que llegaron a la península hace más de dos mil años, cuando el territorio aún no estaba unificado ni tenía la identidad que hoy conocemos. Este dato, lejos de restar importancia, revela la riqueza cultural que ha marcado a España desde sus inicios y que sigue viva en su historia actual.
3De Hispania a España

Con la evolución de las lenguas romances y el paso de los siglos, Hispania fue transformándose en lo que hoy conocemos como España. Este cambio lingüístico no ocurrió de manera repentina, sino de forma progresiva, hasta que la Edad Media consolidó el término en documentos oficiales, crónicas y en la vida cotidiana, extendiéndolo a todas las regiones peninsulares.
Lo más llamativo es que el nombre de España nunca fue creado por los propios españoles, sino heredado de pueblos externos que la identificaron por lo que veían en su territorio. Hoy, ese origen curioso y hasta anecdótico forma parte del enorme legado cultural que caracteriza al país y que aún despierta fascinación entre historiadores y curiosos.