Andalucía guarda uno de los cementerios más extraños y fotogénicos de España

Andalucía guarda muchos lugares llenos de magia, pero hay uno en especial que está lleno de secretos, rincones por recorrer y calles hermosas. Conócelo a continuación y no te pierdas la oportunidad de visitarlo.

Andalucía es una tierra que nunca deja de sorprender, con sus playas, sierras, pueblos blancos de encanto inigualable y rincones donde la historia y la tradición se mezclan con lo insólito. Uno de esos lugares se encuentra a apenas veinte minutos de Málaga capital, en el Parque Natural de los Montes de Málaga, atravesado por el río Guadalmedina. Allí, entre un entorno natural de belleza serena y un legado cultural que se remonta a la prehistoria, se levanta un pueblo que ha conquistado a visitantes y curiosos gracias a un cementerio que rompe con todas las ideas convencionales.

Ese municipio es Casabermeja, una villa que representa la esencia más pura de Andalucía con sus casas encaladas, calles estrechas y una tradición artesana que aún late en su gente. Pero más allá de su iglesia del Socorro, sus rutas de senderismo o su gastronomía, lo que ha colocado a esta localidad en el mapa turístico es su camposanto, declarado Monumento Nacional en 1980 y Bien de Interés Cultural en 2006. Un lugar tan particular que incluso el escritor Antonio Gala expresó su deseo de descansar allí algún día.

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Un cementerio que parece un pueblo

“Vista del cementerio más peculiar de Andalucía”. Fuente: Wikipedia

El gran protagonista de Casabermeja es su cementerio, considerado uno de los más singulares de Andalucía. Levantado en el siglo XVIII junto a la ermita de San Sebastián, surgió por orden de Carlos III, cuando ya no quedaba espacio para enterramientos bajo la iglesia. Para suavizar la resistencia de los vecinos, se les permitió construir panteones con frontones que recordaran la entrada a un templo, coronados con cruces de forja. El resultado fue un conjunto de nichos dispuestos como si fueran casas, alineados alrededor de la ermita como las viviendas lo hacen respecto a la parroquia del pueblo.

Esta disposición, vista desde la carretera tras la construcción de la autovía de Málaga, dio pie al famoso mito de que “en Casabermeja los muertos se entierran de pie”. Una leyenda que aún hoy atrae a viajeros intrigados por conocer este camposanto, que más que un lugar lúgubre parece un pueblo en miniatura, con calles estrechas y fachadas blancas, habitado no por vivos, sino por los recuerdos. Los vecinos, lejos de ocultarlo, sienten orgullo de este rincón que refleja como pocos la identidad de Andalucía.

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