La depresión es una de las enfermedades más comunes y, al mismo tiempo, más silenciadas de nuestro tiempo. Millones de personas en el mundo conviven con este trastorno que afecta tanto a la mente como al cuerpo, limitando la calidad de vida y, en muchos casos, dificultando las relaciones personales y el desempeño laboral. Frente a este panorama, la búsqueda de estrategias de prevención y tratamiento se ha convertido en una prioridad para médicos y psicólogos.
En los últimos años, diferentes estudios científicos han demostrado que el ejercicio físico moderado puede desempeñar un papel clave en la prevención de la depresión. No se trata de convertir a la población en atletas de élite, sino de incorporar rutinas accesibles que permitan mantener el equilibrio entre el cuerpo y la mente. Los expertos subrayan que incluso caminar a paso ligero durante media hora al día puede marcar la diferencia.
2¿Qué significa realmente el ejercicio moderado?

Cuando los expertos hablan de ejercicio moderado, no se refieren necesariamente a largas horas en el gimnasio ni a entrenamientos extenuantes. Caminar, montar en bicicleta, nadar o practicar yoga pueden ser suficientes. Lo esencial es la constancia y la capacidad de mantener una rutina en el tiempo. Los médicos coinciden en que, más que la intensidad, lo que cuenta es la regularidad.
En el caso de personas que ya conviven con depresión, los especialistas recomiendan empezar poco a poco y adaptar la actividad a las condiciones de cada paciente. Un paseo diario de 20 a 30 minutos puede ser el primer paso para generar cambios positivos. La clave está en evitar la frustración y no convertir el ejercicio en una carga, sino en un espacio de bienestar personal.