La tortilla de patatas es, probablemente, el plato más representativo de la gastronomía española. Un icono que trasciende fronteras y que se sirve tanto en las casas como en los restaurantes de más alto nivel. Su sencillez aparente esconde, sin embargo, una serie de matices que hacen que cada cocinero defienda su propia versión como la auténtica.
Desde el eterno debate de con o sin cebolla hasta el punto exacto de cuajado, la tortilla de patatas ha generado ríos de tinta y conversaciones interminables. Los grandes chefs de España, acostumbrados a reinterpretar recetas tradicionales, coinciden en algo: el secreto está en el respeto a los ingredientes y en la técnica para tratarlos con mimo.
3Tradición y modernidad en un solo plato

La tortilla de patatas es, para muchos, un símbolo de identidad culinaria. Lo que parece un plato humilde se convierte en una declaración de principios cuando se prepara con cuidado. Los grandes chefs aseguran que la clave no es la innovación constante, sino mantener viva la tradición con pequeños gestos, como respetar los tiempos, no apresurarse y valorar la materia prima.
Al final, más allá de los trucos de cocina, la tortilla de patatas perfecta es aquella que reúne a la gente en torno a la mesa. Puede ser con cebolla o sin ella, más cuajada o casi líquida, servida en raciones generosas o en pincho. Lo importante es que sigue siendo un emblema de la gastronomía española, capaz de emocionar tanto a un turista que la prueba por primera vez como a cualquier español que la reconoce como parte de su historia.