Médicos y nutricionistas advierten: «El consumo excesivo de ultraprocesados se relaciona con mayor riesgo de…»

Los médicos y nutricionistas advierten de su preocupación sobre el consumo excesivo de los ultraprocesados en los hogares, debido a los daños que estos pueden causar en el cuerpo a largo tiempo y con un uso elevado.

Los ultraprocesados se han convertido en parte habitual de la dieta diaria de millones de personas, debido a su practicidad, el bajo costo y la larga vida útil en las estanterías de los supermercados; cosas que han hecho que ocupen un lugar central en la alimentación moderna. Sin embargo, especialistas en nutrición y salud advierten que ese aparente beneficio trae consigo un riesgo silencioso y un mayor impacto en la incidencia de enfermedades crónicas.

Cada vez más investigaciones señalan que el consumo excesivo de ultraprocesados está estrechamente vinculado con problemas que van desde la obesidad hasta la diabetes tipo 2, pasando por alteraciones cardiovasculares. Aunque tomarlos de forma esporádica no supone un daño inmediato, los expertos insisten en que la frecuencia y la cantidad marcan la diferencia. La evidencia científica crece, y con ella la preocupación de médicos y nutricionistas que llaman a repensar los hábitos alimentarios.

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Los ultraprocesados se han convertido en el enemigo cotidiano en la mesa

“En los supermercados o tiendas encontrarás en su mayoría productos empacados ultraprocesados”. Fuente: Pexels

Los ultraprocesados no son productos aislados ni extraños, esas galletas, refrescos, embutidos, cereales azucarados o comidas listas para calentar que compras en los supermercados forman parte de su catálogo. La industria alimentaria los presenta como opciones rápidas y atractivas, pero lo que muchas veces se desconoce es la carga de aditivos, azúcares añadidos, grasas poco saludables y sal que contienen.

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Nutricionistas subrayan que la exposición diaria a este tipo de alimentos genera una dependencia que dificulta volver a opciones más naturales. El problema no radica únicamente en los ingredientes, sino también en el desplazamiento de frutas, verduras, legumbres y otros productos frescos que deberían ser la base de una dieta equilibrada. Andalucía, Madrid o cualquier otra región de España muestran un patrón creciente en el consumo de ultraprocesados, un reflejo de un fenómeno global que preocupa a la comunidad médica.

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