La pizza napolitana es mucho más que una receta, es un símbolo cultural que representa la tradición y el orgullo de Italia. Originaria de Nápoles, esta preparación sencilla pero exquisita se ha convertido en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, gracias a su manera única de unir ingredientes básicos con una técnica que ha pasado de generación en generación.
Su secreto no está en la complejidad, sino en la fidelidad a los orígenes. La pizza napolitana conserva la esencia de la cocina italiana, con masa fermentada lentamente, salsa de tomate fresca, mozzarella de calidad y un horneado a temperaturas altísimas que logra esa textura crujiente en el borde y tierna en el centro. Una receta que, a pesar de los años, sigue conquistando paladares en todo el mundo.
1Ingredientes para una pizza napolitana auténtica
Para preparar una pizza napolitana como dicta la tradición, lo primero que necesitarás es la masa. Para ello, necesitas harina de fuerza, agua, sal y levadura fresca. La clave de todo está en el tiempo, ya que la fermentación lenta puede durar hasta 24 horas, lo que permite que la masa adquiera elasticidad y un sabor característico. Este paso no puedes acelerarlo si lo que buscas es respetar la receta original.
A la masa le debes sumar la salsa de tomate, que debe ser preparada con tomates San Marzano o similares, triturados y aliñados con un toque de sal, aceite de oliva y albahaca fresca. Por encima, va la mozzarella de búfala campana que aporta la cremosidad perfecta, mientras que con un chorrito de aceite extra virgen puedes realzar el conjunto. Son ingredientes sencillos, pero seleccionados con precisión, que hacen de la pizza napolitana un clásico insuperable.
