El estado de ánimo es un termómetro invisible que marca la forma en que vivimos el día a día. No siempre somos conscientes de hasta qué punto pequeñas acciones pueden influir en cómo afrontamos las horas siguientes. Los expertos coinciden en que no se trata únicamente de grandes cambios en la rutina, sino de incorporar gestos sencillos que actúan como un impulso positivo desde primera hora.
Un reciente estudio ha revelado que el estado de ánimo puede mejorar notablemente gracias a un hábito matutino tan simple que sorprende por su efectividad: exponerse unos minutos a la luz natural nada más despertar. Esta práctica, lejos de ser una moda pasajera, tiene una base científica sólida que explica su impacto en la química cerebral y en la regulación de nuestros ritmos internos.
3El respaldo de la ciencia frente a algunos métodos para mejorar el estado de ánimo

No es casualidad que la comunidad científica insista en este tipo de recomendaciones. Diversos estudios publicados en revistas de psiquiatría y psicología confirman que el estado de ánimo mejora de forma significativa en personas que incorporan la exposición a la luz matutina a su rutina. Incluso se ha utilizado como terapia complementaria en casos de depresión estacional, con resultados prometedores.
La explicación está en el cerebro. Al recibir luz natural al despertar, el organismo sincroniza sus relojes biológicos internos, lo que influye directamente en la regulación emocional. Por eso, este hábito no solo tiene efectos inmediatos, como mayor energía, sino que también ofrece beneficios a largo plazo, como más estabilidad emocional, mejor capacidad de concentración y una disposición más positiva hacia la vida cotidiana.