El strudel vienés es uno de esos postres capaces de transportarte a otro lugar con solo un bocado. Originario de Austria, este dulce de hojaldre relleno de manzana, pasas y especias se ha convertido en un símbolo de la repostería centroeuropea. Su aroma, su textura crujiente y su interior jugoso han conquistado a generaciones enteras y hoy, por suerte, se puede preparar sin complicaciones en cualquier horno casero.
Aunque el strudel vienés tiene fama de ser una receta laboriosa, la realidad es que, siguiendo unos pasos sencillos y con ingredientes fáciles de conseguir, cualquiera puede replicarlo sin necesidad de viajar a Viena. La clave está en dejarse guiar por la tradición, sin miedo a poner las manos en la masa y disfrutando de ese proceso artesanal que convierte a este postre en algo más que una receta, en una experiencia cultural.
2Preparación paso a paso

Para preparar el strudel vienés, lo primero que debes hacer es precalentar el horno a 180 grados y tener a mano una bandeja con papel vegetal. Mientras tanto, pela y corta las manzanas en láminas finas, mézclalas con las pasas, el azúcar, la canela y un poco de ralladura de limón para dar frescura. Añade las nueces y reserva. En paralelo, derrite la mantequilla y tenla lista para pincelar la masa.
Extiende varias hojas de masa filo o hojaldre, pincelando cada una con mantequilla para que al hornearse queden crujientes. Coloca el relleno en el centro, reparte bien y dobla la masa cerrando los bordes como si fuera un paquete. Con cuidado, coloca el strudel vienés en la bandeja y hornea durante unos 35 a 40 minutos, hasta que veas que la superficie ha adquirido un tono dorado irresistible.