El estado de ánimo no solo depende de las experiencias del día a día o de la calidad del sueño. Cada vez más estudios señalan que la alimentación juega un papel decisivo en cómo nos sentimos, ya que ciertos productos pueden potenciar la energía y la claridad mental, mientras que otros hacen justo lo contrario. Lo que elegimos poner en el plato termina reflejándose en la mente y en el cuerpo.
Lo sorprendente es que, sin darnos cuenta, hay un alimento muy común que podría estar saboteando nuestro estado de ánimo. Su consumo habitual no solo afecta la salud física, sino que también interfiere en los niveles de energía y en la estabilidad emocional. Cambiarlo por alternativas más saludables puede traer mejoras inesperadas y un mayor bienestar en cuestión de semanas.
1El azúcar y sus efectos ocultos en el estado de ánimo
Los expertos coinciden en que el azúcar es uno de los principales enemigos del estado de ánimo. Aunque al principio da una sensación de placer y energía rápida, esa subida viene acompañada de una bajada igual de intensa que deja cansancio, irritabilidad y en muchos casos tristeza pasajera. Este ciclo de subidas y bajadas puede repetirse varias veces al día si el consumo de azúcar es constante.
Además, el exceso de azúcar interfiere en la producción de serotonina, la llamada “hormona de la felicidad”. Cuando los niveles de esta sustancia no se mantienen estables, el estado de ánimo se resiente y aparecen síntomas como falta de motivación, apatía o cambios repentinos en las emociones. Por eso reducir el azúcar puede marcar una gran diferencia en cómo te sientes a diario.
