Israel tardó menos de una hora en responder a las medidas anunciadas por Pedro Sánchez contra el «genocidio» y el «exterminio» que según Sánchez, está ejecutando el presidente israelí Benjamin Netanyahu en la franja de Gaza. Lo hizo a través de un comunicado del ministro de Exteriores israelí, Gideo Sa´ar, que fiel a la tendencia del Estado judío respondió con más crudeza y elevando el tono en su respuesta.
De momento, el ministro de Exteriores hebreo anunció la prohibición de dejar entrar en Israel a las ministras Yolanda Díaz y Sira Rego y anunció que elevará el caso a la IHRA (Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto), para que valore las palabras de Sánchez. Asimismo, dijo algo en ese mismo comunicado que ha pasado casi desapercibido pero que a medio y largo plazo puede tener importancia: «Ya no es posible evitar la imposición de sanciones personales contra miembros del gobierno español que hayan cruzado cualquier línea roja».
¿A qué se refiere con «sanciones personales» el ministro israelí? ¿Sólo a la prohibición de entrada en Israel o va más allá? Eso es lo que ahora trata de dilucidar el gobierno español que de momento ha llamado a consultas al embajador español en Tel Aviv. Israel no tiene embajador en España desde 2023 cuando retiró al suyo tras la condena del Gobierno español contra el ataque militar en Gaza.
En un duro comunicado, Gideon Sa´ar acusa al presidente Sánchez de liderar «un gobierno corrupto» y lo señala por su relación con gobierno autocráticos, desde Irán a Venezuela. Luego el ministro comete un patinazo histórico y se remonta a «los crímenes de España contra el pueblo judío», cuando España no existía más allá de los reinos de Castilla y León y el Reino de Aragón.
En realidad las nueve medidas anunciadas por Sánchez no son nada nuevo: el embargo de armas a Israel por ley (se hace desde octubre de 2023) y la prohibición de entrada en nuestro país a quienes participen en el genocidio, la prohibición de tránsito por puertos españoles a todos los barcos que transporten combustibles destinados a las fuerzas armadas israelíes y denegar la «entrada al espacio aéreo español a todas aquellas aeronaves de Estado que transporten material de defensa destinado a Israel».
Además, tampoco se permitirá «la importación de productos provenientes de los asentamientos ilegales en Gaza y Cisjordania, con el objetivo de combatir estas ocupaciones, frenar el desplazamiento forzoso de población civil palestina, y mantener viva la solución de los dos Estados».
En este sentido, se limitarán «los servicios consulares prestados a los ciudadanos españoles residentes en los asentamientos ilegales israelíes a la mínima asistencia legalmente obligatoria». Sánchez también ha explicado que se incrementarán los efectivos españoles «en la Misión de Asistencia Fronteriza que la Unión Europea tiene en Rafah y establecimiento de nuevos proyectos de colaboración con la Autoridad Palestina en los ámbitos de la agricultura, la seguridad alimentaria, y la asistencia médica».
Y además, se ampliará la contribución a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) con 10 millones de euros adicionales destinados al auxilio de la población gazatí, así como también se aumentará la partida ayuda humanitaria y cooperación para Gaza para alcanzar los 150 millones de euros en 2026.
GUANTE RECOGIDO POR ISRAEL
El guante fue recogido inmediatamente por el ministro de Exteriores israelí, que señaló que «el activismo obsesivo del actual gobierno español contra Israel resulta sorprendente en el contexto de sus vínculos con gobiernos tiránicos y siniestros, desde el régimen de Hetul en Irán hasta el gobierno de Maduro en Venezuela».
El error israelí vino después, cuando Gideon Sa’ar se remontó a la Inquisición española y denunció que «es sorprendente la falta de conciencia histórica sobre los crímenes de España contra el pueblo judío, incluyendo los crímenes de la Inquisición, las conversiones religiosas forzadas y la Expulsión Española: la completa limpieza étnica de los judíos a finales del siglo XV». En una declaraciones posteriores insistió sobre lo ocurrido hace seis siglos cuando «la deportación de todos los judíos de España en 1492 es una de las mayores limpiezas étnicas», aunque se le olvidó decir que esos judíos eran castellanos, aragoneses y navarros, en definitiva sefardíes o de Sefarad, la Península Ibérica. Judíos sí, israelíes no.
Gideon Sa´ar, que se encontraba de viaje en Hungría, aprovechó para comparar a Sánchez con el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, ambos con «enormes problemas internos». Y, a modo de remate zanjó la polémica: «Si están tan entusiasmados por establecer un Estado palestino, tienen enormes territorios, como España y Francia. Pueden hacerlo en su propio territorio», obviando que los ciudadanos de Gaza ya viven en su propio territorio.
YOLANDA DÍAZ CALIFICÓ DE GENOCIDA A ISRAEL
El ministro de Exteriores también hizo una cronología de la «líder del partido extremista Sumar», en referencia a la vicepresidenta Yolanda Díaz, recordando cuando calificó a Israel de «Estado genocida», algo que Sánchez repitió este lunes.
Sa’ar remata el comunicado advirtiendo de que «informará a sus aliados», en referencia clara a Estados Unidos, «sobre la conducta hostil del gobierno español y el carácter antisemita y violento de las declaraciones de sus ministros» porque «es importante que los aliados de Israel en todo el mundo comprendan la naturaleza peligrosa del actual gobierno en España».
Hay que recordar que la actual crisis se inició el 7 de octubre de 2023 cuando terroristas de Hamas invadieron Israel desde Gaza, secuestraron, violaron y asesinaron a 766 civiles israelíes y 377 soldados y policías. La respuesta de Israel no se hizo esperar y desde entonces la ofensiva de su ejército ya ha desplazado a dos millones de personas, y ha provocado una hambruna que deja decenas de miles muertos entre los civiles, más de 64.000 según el ministerio de Sanidad en Gaza.