El Partido Popular, liderado por Alberto Núñez Feijóo, ha lanzado una ofensiva sin precedentes contra el Gobierno de Pedro Sánchez el día que el presidente se ha lanzado directamente a la guerra con Israel, acusándolo de indecencia, corrupción y falta de legitimidad. En una entrevista en ‘El programa de Ana Rosa’, de Telecinco, Feijóo presentó una serie de propuestas de reforma y arremetió con dureza contra el presidente del Gobierno, mientras que la vicesecretaria del partido, Cuca Gamarra, lo secundó en una rueda de prensa, exigiendo explicaciones por los escándalos que acechan a su entorno.
Feijóo anunció que el PP promoverá una modificación del Estatuto del Ministerio Fiscal con el objetivo de dotar de mayor independencia al Fiscal General del Estado. La propuesta principal es que el nombramiento de este cargo, que actualmente depende del Gobierno, deba contar con el visto bueno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Con esta medida, el líder del PP busca «acabar con la polémica» que rodea a la figura del fiscal general, y que ha sido un tema recurrente de controversia en los últimos años.
Pero las propuestas no se detienen ahí. Feijóo también planteó que el fiscal general cese automáticamente si es investigado por el Tribunal Supremo. Esta medida, según el dirigente popular, busca evitar situaciones como la actual, en la que el fiscal general ha sido objeto de críticas por presuntamente no apartar a fiscales que están siendo investigados. «Si un fiscal en España es imputado, el fiscal general tiene la obligación de apartarle; pero, cuando es imputado el fiscal general, ¿se mantiene en el cargo?», se preguntó retóricamente Feijóo, aludiendo a lo que considera una doble moral.
El presidente del PP fue especialmente incisivo al referirse a la reciente apertura del Año Judicial, afirmando que «quienes mancharon» el acto fueron el Ejecutivo y el fiscal general del Estado, a quienes acusó de no tener «ninguna legitimidad para dar a los demás ejemplos de nada». Feijóo se mostró indignado por la presencia de una persona supuestamente investigada en un evento de tal calibre, lo que, en su opinión, representa una «bajeza moral» incompatible con el cargo de presidente del Gobierno.

EL «ABOBINABLE NEGOCIO» DE LA PROSTITUCIÓN Y EL PATRIMONIO FAMIIAR DE SÁNCHEZ
Feijóo no dudó en abordar las últimas informaciones periodísticas que vinculan al entorno familiar de Pedro Sánchez con la prostitución. El líder popular acusó directamente a Sánchez de haberse «lucrado de la prostitución durante varios años», sugiriendo que «buena parte de su patrimonio familiar» proviene de este «abominable negocio».
La posición del PP, subrayó Feijóo, es clara: a favor de abolir la trata de personas. En este sentido, el político gallego insistió en que para poder hablar con legitimidad sobre la prostitución es necesario cumplir con dos requisitos: «No ser un consumidor de prostitución y no vivir de ella». Con estas palabras, Feijóo tildó de «indecencia» y «amoralidad» la situación de un presidente que, según él, ha vivido de este negocio mientras se oponía públicamente a él como concejal.
Estas acusaciones, que han generado un gran revuelo, fueron reforzadas por la vicesecretaria del PP, Cuca Gamarra, en una rueda de prensa posterior. Gamarra advirtió de la «dimensión de especial gravedad» de los escándalos que rodean a la familia de Sánchez y exigió explicaciones al presidente para saber «hasta qué punto era conocedor» de las actividades de su esposa y su familia política. La vicesecretaria popular aseguró que las declaraciones de la exmujer de Ábalos, que han salpicado a miembros del Consejo de Ministros, demuestran la «absoluta hipocresía» de Sánchez. «Lo único que le preocupaba a Sánchez es que se supiera, no que se practicara», sentenció Gamarra.

CRÍTICAS A LA GESTIÓN DEL GOBIERNO Y A LAS RELACIONES INTERNACIONALES
El líder del PP no solo se centró en los escándalos de corrupción, sino que también criticó duramente la gestión del Ejecutivo de Sánchez. Feijóo denunció la «enorme inestabilidad política» en España, un Gobierno que vive «en una sombra permanente de corrupción» y un presidente que «dice una cosa y la contraria». Además, reprochó a Sánchez que el país viva con unos presupuestos que no son de esta legislatura, una situación que, a su juicio, demuestra la «caradura y amoralidad» del presidente.
Feijóo acusó a Sánchez de romper «los pactos de Estado», tanto en política exterior como en defensa. En este sentido, le reprochó su postura sobre el conflicto entre Israel y Palestina. Si bien Feijóo condenó las acciones de Israel en Gaza y las calificó de «inadmisibles», también criticó a Sánchez por no exigir a Hamás la devolución de los rehenes en su declaración institucional y por no referirse a los «kilómetros de túneles» utilizados por la organización terrorista. Feijóo considera que la postura de Sánchez es un intento de «desviar el foco» de los problemas que lo acorralan y una maniobra para «conseguir blindarse ante la corrupción».
En la misma línea, Cuca Gamarra acusó a Sánchez de utilizar la situación en Gaza para su «beneficio propio» y de pretender «huir de los problemas que le acorralan». La vicesecretaria lamentó que el presidente, que no es capaz de aprobar los Presupuestos Generales del Estado, pretenda ser el «arreglador» de un conflicto de tal envergadura, calificando la situación de «cortina de humo».

EL OBJETIVO DEL PP Y LA «CUENTA ATRÁS DE UN GOBIERNO AGOTADO»
Feijóo fue claro en cuanto a su objetivo político: «que España vuelva a reconciliarse consigo misma y volver a construir una gran nación». El líder popular afirmó que no está en la política para conseguir unos pocos escaños, sino para «cambiar el Gobierno de mi país». En este sentido, hizo un guiño a los votantes de Vox, a quienes consideró aliados en su objetivo de desalojar a Sánchez de la Moncloa.
La dirección del PP, con Feijóo y Gamarra al frente, presenta la situación actual como una «cuenta atrás de un Gobierno agotado» que vive entre «la vuelta a los tribunales y la vuelta a las portadas por sus escándalos. Mientras el presidente y su entorno se encuentran en el centro de las polémicas, el PP se presenta como la alternativa que ofrece «sensatez, responsabilidad y reformas» para el país. En un claro gesto de fortalecimiento, el partido celebró la incorporación de Alberto Nadal, quien, junto a Juan Bravo, reforzará el proyecto económico del PP, con la convicción de que «España no está condenada al sanchismo».